Carla Alegría Vásquez: “La responsabilidad política en el caso del alcalde de Linares”

Carla Alegría Vásquez: “La responsabilidad política en el caso del alcalde de Linares”
Carla Alegría Vásquez, cientista política linarense.

"Más allá del color político, nadie puede negar que la reelección del alcalde, en medio de acusaciones graves, no es solo un tema legal; es un asunto moral. La responsabilidad política implica no solo cumplir con las leyes, sino también actuar con un sentido de ética y compromiso con la verdad. La comunidad debe alzar su voz y exigir no solo explicaciones, sino también un compromiso renovado con la probidad y la transparencia”, dijo la cientista política


Por Carla Alegría Vásquez (cientista política, politóloga y experta en desarrollo organizacional y políticas públicas)

                                                           La falta de probidad no es un tema menor. Se trata de un principio fundamental que debe regir la conducta de quienes ocupan cargos públicos.

Cuando un alcalde es acusado de irregularidades en el manejo de fondos fiscales, se abre un debate crucial: ¿cómo podemos garantizar que quienes nos representan actúen con transparencia y en el mejor interés de la comunidad?

El notable abandono de deberes que se le imputa no es solo un error administrativo; es un desprecio hacia la confianza depositada por los ciudadanos en la figura del alcalde.

Este jueves 26 de septiembre se fijó la audiencia de formalización del alcalde de Linares Mario Meza (RN), por fraude al fisco reiterado. “El jefe comunal será formalizado junto a ocho funcionarios de la municipalidad y otros seis comerciantes en septiembre. Un informe de la Contraloría ya había advertido irregularidades, así como sobreprecio, en la compra de bidones de cloro y kits de test rápido de Covid-19 por parte del municipio”, titula La Tercera, medio nacional el pasado 20 de julio.

Actualmente es un supuesto, y no sería el único caso a nivel nacional que está en esta figura. Lo crucialmente delicado en esta materia es la ética y la responsabilidad en la política local de quienes le acompañan en el partido político al que representa y del mismo modo a los funcionarios que le respaldan en su actuar. Es claro que después de dos periodos al mando, su candidatura a la reelección se ve empañada por acusaciones que no solo cuestionan su gestión, sino que también afectan la confianza de la ciudadanía en las instituciones.

La cultura política en Chile y gran parte del mundo ha estado marcada por la desconfianza y la frustración. Muchos se sienten desilusionados ante la posibilidad de que quienes deberían velar por el bienestar público se involucren en prácticas dudosas. El hecho de que un alcalde en esta situación continúe buscando la reelección es una señal alarmante de que el sentido de responsabilidad política está en crisis. La reelección de un candidato en proceso de investigación no solo puede interpretarse como una falta de respeto hacia las instituciones, sino también como un mensaje peligroso: que las reglas no se aplican a todos por igual.

Es fundamental que la ciudadanía se pregunte: ¿qué tipo de liderazgo queremos? La  política debe estar al servicio del bien común, no de intereses personales o de grupo. La falta de rendición de cuentas crea un círculo vicioso que perpetúa la corrupción y la impunidad. Los ciudadanos tienen el derecho a exigir claridad y responsabilidad, no solo de quienes son candidatos, sino de quienes han sido elegidos para representarles.

En este contexto, es esencial fomentar un debate abierto sobre la ética en la política y la necesidad de mecanismos de control más efectivos. Si no fuera por el debate abierto desarrollado en las elecciones presidenciales del 2021 hoy no tendríamos la Ley “Papito Corazón”.

Por lo tanto, la comunidad de Linares debe cuestionar si realmente desea volver a confiar en un alcalde que, lejos de asumir las consecuencias de sus acciones, opta por buscar un tercer periodo en medio de una controversia que pone en tela de juicio su integridad.

Más allá del color político, nadie puede negar que la reelección del alcalde, en medio de acusaciones graves, no es solo un tema legal; es un asunto moral. La responsabilidad política implica no solo cumplir con las leyes, sino también actuar con un sentido de ética y compromiso con la verdad. La comunidad debe alzar su voz y exigir no solo explicaciones, sino también un compromiso renovado con la probidad y la transparencia.

Solo así podremos avanzar hacia una política que verdaderamente represente los intereses de la ciudadanía y no los de unos pocos. De lo contrario, seguiremos con pan y circo y los temas verdaderamente importantes seguirán siendo una promesa política.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).