Waldo Alfaro Martínez: “Tenemos la convicción que mi padre y enfermero fue asesinado por agentes del Estado en dictadura”

Waldo Alfaro Martínez: “Tenemos la convicción que mi padre y enfermero fue asesinado por agentes del Estado en dictadura”
Waldo Alfaro Retamal, primer enfermero hombre en Chile y muerto en dictadura en la Escuela de Artillería de Linares.

El día 06 de julio de 1974, Waldo y su esposa Isolina Martínez regresaban de una localidad cercana con el propósito de abastecer su hogar. Esa tarde es detenido por motivo de abandono de deberes y la mantención clandestina de artículos médicos. Unos días antes, producto de la alta carga laboral, avisó a su jefatura que no podría asistir al turno por encontrarse muy cansado. Este hecho fue denunciado por una enfermera del mismo hospital, por el motivo de abandono de deberes; y los artículos médicos, se encontraban en su estante personal al interior del hospital, los cuales eran utilizados para la atención de personas que acudían a él dentro de su comunidad, una de las prácticas más comunes dentro del rubro de la enfermería. Luego de tres días de reclusión en la Escuela de Artillería en donde fue interrogado, es puesto en libertad. No obstante el 10 de julio de 1974, fue arrestado nuevamente por personal del ejército y trasladado al mismo recinto militar. En esta ocasión, según señalaron testigos presenciales, fue agredido y sometido a interrogatorios mediante tortura.  El 11 de Julio de 1974 a las 23:20 horas, Waldo César Alfaro Retamal muere en el recinto militar Escuela de Artillería, por «anemia aguda secundaria, herida cortante de muslo izquierdo complicado, suicidio», según se consigna en el certificado de defunción. Considerando los antecedentes reunidos, la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación llegó a la convicción de que en la muerte de Waldo César Alfaro Retamal, hubiere sido por suicidio o no, tuvieron decisiva influencia las torturas y malos tratos a que fue sometido por agentes del Estado mientras se encontraba privado de libertad. En consecuencia, lo declaró víctima de violación a los derechos humanos. 


                                          El ex sacerdote y actual candidato a alcalde de la DC por Linares, Waldo Alfaro  Martínez se refirió  a  la decisión  de la Corte de Apelaciones de Talca que confirmó un fallo contra el suboficial del Ejército (r) Antonio Aguilar Barrientos por la detención ilegal en la Escuela de Artillería de su padre y reconocido enfermero Waldo César Alfaro Retamal en julio de 1974 en plena dictadura.

Se trata de una larga causa que es representada por el abogado querellante Roberto Celedón. Hay que recordar el tribunal maulino determinó 541 de presidio con el beneficio de la remisión condicional de la pena contra el ex militar. Fallo unánime de la Primera Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Rodrigo Biel, Carlos Carrillo y el abogado (i) Robert Morrison.

"Que la calificación jurídica de los hechos que se efectuó en el fallo en alzada, se ajusta al tipo penal por la que se castiga al hechor, en atención a que éste investía la calidad de funcionario público y cuya actuación contenía un feble tinte de legalidad, en cuanto el estado de alteración constitucional y la asunción de facto de nuevas autoridades, principalmente del orden militar, otorgan un sesgo de validez a las órdenes impartidas por ellas, y que el condenado dice haber ejecutado, llevando a cabo la privación de libertad de la víctima, en dos oportunidades, para ser puesto a disposición de las nuevas autoridades. El secuestro calificado, que igualmente puede ser llevado a cabo por un funcionario público, carece de aquel tono de legalidad, por lo que el tipo penal porque se castiga a Aguilar Barrientos, aparece subsumible en esa conducta típica, antijurídica y culpable que el señor sentenciador tuvo por acreditado, atendida aquella supuestas legalidad en su actuar en los hechos", consigna la sentencia.

En el aspecto civil el fallo  condenó al fisco a pagar una indemnización total de $ 150.000.000 (ciento cincuenta millones de pesos) a la cónyuge e hijos de la víctima. "Que la acción civil deducida por los querellantes particulares, Isolina Martínez Benavides y sus cuatro hijos, guarda estricta relación con la reparación íntegra de los daños causados por el hecho penal y de su lamentable resultado final, ya que con ocasión de la detención ilegal y arbitraria en un recinto del Ejército de Chile, resultó fallecida la víctima de ese hecho penal, lo que legitima la presente acción, en cuanto con ella, se busca la reparación del daño moral, sin que las otras leyes que el Consejo de Defensa del Estado estima como reparación suficientes, digan relación con este daño, ya que se trata de reparaciones en el orden previsional, de escolaridad y de salud, que son de naturaleza distinta a la demandada civilmente en esta causa", razona el fallo sobre este aspecto.

Tal como lo señaló el señor Ministro Instructor, se trata de reparaciones que además de ser insuficientes ante el resultado final del hecho delictual, guardan relación con satisfacciones de diversa índole", añade.

Decisión adoptada con la prevención del ministro Carrillo González, quien estuvo por elevar el monto de la indemnización por daño moral a la suma $60.000.000 (sesenta millones de pesos) a hijo póstumo de Alfaro Retamal.

“FUE ASESINADO”

Tras la resolución el ex sacerdote, ex director regional del Sence Maule y actual candidato a alcalde de la DC, Waldo Alfaro  señaló que “como familia seguiremos buscando la justicia pero también la verdad. Creemos y queremos  que en honra a  mi papá hay que seguir investigando su muerte”, comentó.

Enseguida señaló firmemente que “nosotros tenemos la convicción de que él (Waldo César Alfaro Retamal)  fue asesinado por organismos del Estado y por agentes del Estado en el año 1974. Esperaremos aunque sean 50 años más pero queremos saber la verdad de que mi papá fue muerto por agentes del Estado en la dictadura”, enfatizó.

PRIMER ENFERMERO HOMBRE DE CHILE

El 08 de agosto 1938 en la ciudad de Linares, nace Waldo César Alfaro Retamal, el menor de tres hermanos. Sus padres, Romelio Alfaro y Cenobia Retamal pertenecían a un grupo de familias de la localidad muy bien consideradas en el espacio social. Su padre, ex militar jubilado, se desempeñó como practicante, reconocido en la época por sus grandes habilidades para realizar curaciones e intervenciones bajo la prescripción médica. En aquellos tiempos, las casas compartían sus patios traseros con los vecinos, lo que permitió conocer y entablar una amistad entre los Alfaro Retamal y un matrimonio que no podían tener hijos, el señor Luis Baeza y su esposa. Este matrimonio amigo mantuvo una estrecha relación con Waldo Alfaro, generando incluso una habitación para él en su casa. Años más tarde, los padres de Waldo cambian de residencia a unas cuadras de distancia y es en ese momento en que Waldo se queda con esta familia, reconociendo al Sr. Luis Retamal o como lo llamaba Waldo “El Nino”, como una de las personas más importantes en su vida, ya que es quién lo forma y educa con una mirada socialista de las relaciones humanas. Es el Sr. Luis Baeza, quien apoya a Waldo, para realizar y culminar sus estudios primarios en la Escuela Nº1 de Linares, y luego sus estudios secundarios en el Liceo de Hombres de Linares a finales de los años 50`. Waldo al terminar el sexto año de humanidades en la ciudad de Linares, y con el apoyo del señor Luis Baeza y los contactos de su padre, se dirige a la ciudad de Santiago, en donde rindió las pruebas prescritas por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, para obtener el título de Auxiliar de Enfermería, aprobando con distinción unánime. Se le otorga el certificado del curso, en Santiago el 12 de Marzo de 1959. Luego, en el año 1960 la asociación de practicantes del Hospital José Joaquín Aguirre de la Universidad de Chile, hace un reconocimiento al señor Waldo Alfaro por la labor cumplida en bien de la institución, como miembro activo de la asociación. Proactividad y superación, son algunas de las características que destacan al señor Waldo Alfaro Retamal, quién trabajaba como auxiliar de servicio en el servicio de urgencias del hospital base de Linares, y viajaba constantemente a Santiago para cumplir con sus deberes académicos. Para el año 1961, ya se encontraba realizando labores de practicante y auxiliar de enfermería en el hospital base de Linares, en donde conoce a quién sería su futura esposa, amiga y colega, Isolina Martínez, también auxiliar de enfermería, con quién se compromete y forman una familia con cuatro hijos. Waldo por medio de una beca, es trasladado por el servicio nacional de salud a la Universidad de Chile en Santiago para estudiar Enfermería. En los años 60` las carreras de enfermería en Chile, eran exclusivas para mujeres y no se permitía el ingreso de hombres. Se consideraba que las labores de este tipo de profesionales era una continuidad de lo doméstico y estaban estrechamente ligadas a lo maternal y a una delicadeza propiamente femenina concordante con el perfil de Florence Nightingale (Osses-Paredes, Valenzuela Suazo, & Sanhueza Alvarado, 2010). El 21 de Diciembre de 1966, Waldo Alfaro Retamal, obtiene el título de enfermero con distinción unánime en la Universidad de Chile, ostentando la mención de mejor alumno de la promoción 1966, y el 05 de Septiembre de 1967, la escuela de Enfermería del Servicio Nacional de Salud de Santiago, al cumplir 48 años de labor docente, distingue al señor Waldo Alfaro Retamal, como el primer hombre enfermero en Chile. A partir de entonces, el ingreso de hombres a la carrera ha ido en aumento, pero sigue siendo insuficiente para cambiar los imaginarios sociales que han definido a la enfermería como una profesión feminizada en una sociedad patriarcal (Osses-Paredes, Valenzuela Suazo, & Sanhueza Alvarado, 2010). Desde la enfermería internacional se postulaba para finales de los años 60`, que la contratación de enfermeros aportaba diversidad de sexo y fortaleza a la profesión. (Jordan, 2011) En esta nueva etapa denominada profesional, Waldo ingresa nuevamente al Hospital Base de Linares, pero esta vez como Enfermero. Rápidamente, por sus destacadas habilidades asciende a jefe de los servicio de pabellón, esterilización y hospitalización hombre y mujer. Fruto del arduo trabajo colaborativo y en equipo, genera fuertes lazos laborales con el médico jefe de Hospitalización y la enfermera Lilia Mangali, quién fue enfermera jefa del Hospital Base de Linares, y reconoce la enorme contribución de Waldo para fortalecer y visibilizar el trabajo que realiza la profesión. Durante los años 1970 y 1990 en Chile,  a raíz del contexto histórico-político, las profesiones de la salud, especialmente enfermería, fueron sometidas a un grado mayor de sumisión y obediencia a las figuras de poder. En este periodo, se produjeron transgresiones en el ámbito de la salud: ingresó personal militar a los recintos hospitalarios y los profesionales fueron públicamente amenazados. En el ejercicio de la enfermería, se acentuó́ la hegemonía del poder médico, la rigidez y el respeto a la jerarquía. (Peña, 2019) Pese a este contexto complejo, Waldo, militante del partido socialista, realizaba atenciones domiciliarias luego de su trabajo, como una respuesta solidaria a las necesidades de salud de su comunidad. Amistades y vecinos, lo recuerdan con gran afecto por los excelentes cuidados que él les brindo. El día 06 de julio de 1974, Waldo y su esposa Isolina Martínez regresaban de una localidad cercana con el propósito de abastecer su hogar. Esa tarde es detenido por motivo de abandono de deberes y la mantención clandestina de artículos médicos. Unos días antes, producto de la alta carga laboral, avisó a su jefatura que no podría asistir al turno por encontrarse muy cansado. Este hecho fue denunciado por una enfermera del mismo hospital, por el motivo de abandono de deberes; y los artículos médicos, se encontraban en su estante personal al interior del hospital, los cuales eran utilizados para la atención de personas que acudían a él dentro de su comunidad, una de las prácticas más comunes dentro del rubro de la enfermería. Luego de tres días de reclusión en la Escuela de Artillería en donde fue interrogado, es puesto en libertad. No obstante el 10 de julio de 1974, fue arrestado nuevamente por personal del ejército y trasladado al mismo recinto militar. En esta ocasión, según señalaron testigos presenciales, fue agredido y sometido a interrogatorios mediante tortura.  El 11 de Julio de 1974 a las 23:20 horas, Waldo César Alfaro Retamal muere en el recinto militar Escuela de Artillería, por «anemia aguda secundaria, herida cortante de muslo izquierdo complicado, suicidio», según se consigna en el certificado de defunción. Considerando los antecedentes reunidos, la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación llegó a la convicción de que en la muerte de Waldo César Alfaro Retamal, hubiere sido por suicidio o no, tuvieron decisiva influencia las torturas y malos tratos a que fue sometido por agentes del Estado mientras se encontraba privado de libertad. En consecuencia, lo declaró víctima de violación a los derechos humanos.