Salvador Concha Aguilera, abogado y candidato a concejal: ¿Viola el alcalde de Linares el deber jurídico de reparar a las víctimas del 11 de septiembre de 1973?: uso ilegal del Teatro Municipal

Salvador Concha Aguilera, abogado y candidato a concejal: ¿Viola el alcalde de Linares el deber jurídico de reparar a las víctimas del 11 de septiembre de 1973?: uso ilegal del Teatro Municipal
Salvador Concha Aguilera, abogado y candidato a concejal por Linares.

"Como ciudad, debemos preguntarnos qué significa permitir que se utilice un espacio público para festejar lo que para muchos es una tragedia ¿Es legítimo que el Municipio de Linares a través de su alcalde Mario Meza autorice el Teatro Municipal para que sea usado como recinto de celebración de un grupo de linarenses? Creemos que no. Que esta conducta, esta autorización, viola el orden jurídico vigente y el deber jurídico del Estado de reparar a las víctimas de la dictadura", dijo el jurista en columna de opinión en Séptima Página Noticias


Por Salvador Concha Aguilera (abogado y candidato a concejal por Linares)

                                     La ultraderecha linarense, una de las pocas que todavía venera un monolito de Pinochet, ha conseguido una vez más que el alcalde de Linares, Mario Meza, facilite el Teatro Municipal para un acto de homenaje a los golpistas del 11 de septiembre de 1973. Ello implica que un recinto que debe ser un espacio de encuentro de la comunidad linarense se transforma en un recinto en que la deshumanización de los adversarios políticos, que son tratados como enemigos, se alza como eslogan y se ofende su memoria y dolor a nombre de unos supuestos valores patrióticos.

Meza con su decisión no aporta al pluralismo político ni a la tolerancia, menos al respeto del Estado de Derecho, porque permite se use el espacio público de todos para que se haga por algunos fanáticos una apología del terrorismo de Estado: la ultraderecha linarense piensa que los criminales de Punta Peuco son “héroes” y que están sentenciados injustamente por los jueces.  

Permitir el uso del Teatro Municipal de Linares para celebrar una fecha que representa la instauración de la dictadura es, cuanto menos, una falta de empatía y, en el peor de los casos, una provocación deliberada. Este recinto, que pertenece a todos los linarenses, no debe ser escenario de actos que trivialicen el dolor de miles de familias que aún buscan justicia.

Como ciudad, debemos preguntarnos qué significa permitir que se utilice un espacio público para festejar lo que para muchos es una tragedia ¿Es legítimo que el Municipio de Linares a través de su alcalde Mario Meza autorice el Teatro Municipal para que sea usado como recinto de celebración de un grupo de linarenses? Creemos que no. Que esta conducta, esta autorización, viola el orden jurídico vigente y el deber jurídico del Estado de reparar a las víctimas de la dictadura.

Han sido los propios tribunales de justicia a través de las Cortes de Apelaciones los que han dejado establecido que no se puede rendir homenaje a criminales en recintos públicos o estatales. Así, en relación con homenajes a los Miembros de la Junta Militar ha ordenado el retiro de monumentos, estatuas o cuadros incluso de los propios recintos militares. Innumerables fallos reiteran lo mismo argumentando que:  “Se puede afirmar que se transgrede, con la conducta denunciada de la institución, la normativa chilena cometiéndose la ilegalidad y antijuridicidad, según lo dispuesto en el artículo 5° inciso segundo de la Constitución Política de la República que dispone que los órganos del Estado deben respetar y promover los derechos garantidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, y el artículo 2° bis del inciso segundo de la ley N° 18.961, que ordena que la instituciones  de las fuerzas armadas y de Carabineros de Chile estén al servicio de la comunidad y sus acciones se orientarán a la prevención de delitos, esto es, en concordancia con la Constitución: respetando, protegiendo y garantizando los derechos humanos y libertades individuales de todas las personas, que están prescritos por la Constitución y los tratados internacionales, y  que implica que la institución no se halla habilitada para ser generadora de delitos –lo que se encuentra, ciertamente, en las antípodas de sus fines institucionales”.

Para nuestros tribunales superiores de justicia, ninguna institución estatal, en general, ni las ramas de las fuerzas armadas, Carabineros de Chile, ni el Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ni otro órgano del estado (en nuestro caso el municipio de Linares) en particular, puede vincularse en términos positivos al realce y exaltación de las figuras históricas señaladas, que se encuentran relacionadas íntimamente con las transgresiones al ordenamiento chileno.

Linares merece ser un ejemplo de dignidad y de autoridades que estén a la altura de nuestra historia y de nuestro Estado de Derecho, de ser una ciudad que no da la espalda a su historia, sino que la enfrenta con coraje y conciencia. Es nuestra responsabilidad, como comunidad, cuidar de nuestros espacios comunes, preservando su esencia como lugares de unión y reflexión, no de división y ofensa.

El 11 de septiembre no debe ser objeto de celebraciones en Linares, ni en ningún otro rincón de nuestro país. Debe ser un día de memoria, de reflexión, de aprendizaje. Porque solo enfrentando nuestro pasado con respeto y responsabilidad podremos construir un futuro verdaderamente justo y democrático.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).