Rodrigo Fuentealba: crisis docente

Rodrigo Fuentealba: crisis docente
Rodrigo Fuentealba, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile.

Con preocupación vemos como en una década un 27,3% de disminución en los estudiantes que cursan pedagogía. Necesitamos enfrentar la fuerte crisis vocacional docente en el país: avanzar en el análisis de éstos y otros datos; y cómo, desde la academia y otros sectores sociales podemos trabajar para mejorar la retención de los futuros profesores.


Por Rodrigo Fuentealba (decano de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Chile)

                                    Un estudio del programa Elige Educar evidenció que un 10,7% de los profesores desertó luego de su primer año trabajando; paralelamente sabemos que para el año 2025 se espera un déficit de más de 26.000 profesores, es decir, un 19% del número requerido, lo que en algunas zonas del país ya está siendo un puzle sin fácil solución. Con preocupación vemos como en una década un 27,3% de disminución en los estudiantes que cursan pedagogía. Necesitamos enfrentar la fuerte crisis vocacional docente en el país: avanzar en el análisis de éstos y otros datos; y cómo, desde la academia y otros sectores sociales podemos trabajar para mejorar la retención de los futuros profesores.

La pandemia vino a acelerar la situación, la urgencia por clases en espacios virtuales para los cuales no se estaba preparado, un contexto educativo en el que cada vez se observan mayores brechas de aprendizaje, sumado a desafíos de convivencia escolar producto del distanciamiento y aislamiento, solo acrecientan un fenómeno más global. El agobio laboral, los bajos sueldos, la falta de autonomía para enseñar como detonante de ambiente de trabajo con alta precariedad son parte de las razones que entregan los docentes que han abandonado las escuelas, pese a la pasión por la pedagogía.

El sistema de desarrollo profesional, política implementada en 2016, avanza, pero aún no está completamente en régimen, busca resolver algunos de estos problemas: mejorando condiciones los sueldos, aumentando. las horas no lectivas -el tiempo que el profesor dedica a planificar clases y revisar pruebas-, reconociendo el valor de la experiencia para apoyar a los profesores principiantes a través de programas de mentoría o acompañamiento. Pero el problema del agobio continúa. A pesar de los esfuerzos no se percibe que la carrera profesional permita un cambio sustantivo, pese a que cada vez más se reconoce la pedagogía como prestigiosa y relevante. Tenemos que enfrentar este tema hoy, mañana faltarán educadores.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).