Miguel Parada Castro: ¡La ambulancia ya viene! y mientras ¿qué hacemos?

Miguel Parada Castro: ¡La ambulancia ya viene! y mientras ¿qué hacemos?
Miguel Parada Castro es máster en gestión de desastres Universidad Complutense de Madrid y consultor gestión de emergencias y desastres.

Aprender RCP es una tarea fundamental para estar preparados para ayudar a nuestras familias, amigos e incluso desconocidos al momento de presenciar un PCR, como en el caso de los tres futbolistas amateur. Comprimir el centro del pecho, con las manos entrelazadas, brazos extendidos y a un ritmo entre 100 a 120 compresiones por minuto, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Además, el uso del desfibrilador externo automático (Ley 21.156), será un tremendo aliado para revertir la situación, y “recordarle” a ese corazón con un ritmo desorganizado y caótico, que debe recuperar su ritmo normal. En el mundo existen diferentes estrategias para promover la formación de primeros respondedores a un PCR, incluso hay colegios en España que desde el nivel preescolar enseñan a los niños y niñas como identificar un “paro” y comenzar a reanimar.


Por Miguel Parada Castro (máster en gestión de desastres Universidad Complutense de Madrid y consultor gestión de emergencias y desastres )

                 En los últimos 8 meses fallecieron 3 personas en la región del Maule mientras jugaban partidos de fútbol amateur, en plena cancha caen desplomados ante la atónita mirada de sus compañeros y espectadores. En una columna anterior, se mencionó que una de las causas del paro cardiorrespiratorio es la enfermedad cardiovascular, y en Chile más de la mitad de las personas presentan dos o más factores de riesgo, como, por ejemplo, hipertensión, tabaquismo, obesidad, colesterol alto, sedentarismo, entre otros. Sumado a ello, de cada 10 personas 8 no perciben síntomas relacionados a su presión arterial, lo que retrasa un adecuado y pertinente control de salud.

Cuando ocurre alguna situación de emergencia en salud como un paro cardiorrespiratorio (PCR), quizás muchos sabemos que debemos llamas al Sistema de Atención Médica de Urgencia (SAMU) al número 131 (número gratuito), el operador luego de hacernos algunas preguntas necesarias para identificar la emergencia y asignar la ambulancia adecuada a la complejidad de la situación, nos dirá que la ambulancia está en camino. Eso está muy bien, pero ¿qué hacemos mientras llega la ambulancia al lugar?

Sabemos que alrededor del 80 por ciento de los PCR ocurre en la vía pública, en nuestras casas o en algún sitio de nuestra comunidad. La evidencia disponible señala que por cada 1 minuto que una persona en PCR no recibe reanimación cardiopulmonar (RCP), existe un 10 por ciento menos de sobrevida, es decir, en 10 minutos sin RCP, la probabilidad de tener daño neurológico aumenta considerablemente y la probabilidad de sobrevivir es prácticamente nula.

Aprender RCP es una tarea fundamental para estar preparados para ayudar a nuestras familias, amigos e incluso desconocidos al momento de presenciar un PCR, como en el caso de los tres futbolistas amateur. Comprimir el centro del pecho, con las manos entrelazadas, brazos extendidos y a un ritmo entre 100 a 120 compresiones por minuto, puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Además, el uso del desfibrilador externo automático (Ley 21.156), será un tremendo aliado para revertir la situación, y “recordarle” a ese corazón con un ritmo desorganizado y caótico, que debe recuperar su ritmo normal. En el mundo existen diferentes estrategias para promover la formación de primeros respondedores a un PCR, incluso hay colegios en España que desde el nivel preescolar enseñan a los niños y niñas como identificar un “paro” y comenzar a reanimar.

Es mitad de marzo, la ciudad casi está tiempo completo con su alocado y a ratos desesperante ajetreo, las grandes concentraciones de personas han vuelto a presentarse, los colegios en plenas actividades, las oficinas y empresas retomando lo propio, lo que significa que, y sin el ánimo de ser fatalista, alguien podría “caer en paro” y necesitar de un buen samaritano que lo reanime con un DEA. Quizás sea usted, quizás pueda ser yo, lo importante es que alguien haga RCP hasta que llegue la ambulancia. Promover la enseñanza y entrenamiento de la reanimación cardiopulmonar, si bien es tarea de todos, las autoridades llamadas a cumplir y fiscalizar la ley (21.156) y proteger la vida y salud de las personas como lo indica la Constitución Política de la República, deben tomar la iniciativa y hacer de la RCP una prioridad en todo nivel, tal vez así podamos disfrutar mucho tiempo más a nuestra familia y amigos.

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).