Marcos Álvarez Yáñez: obras son amores y no buenas razones

Marcos Álvarez Yáñez: obras son amores y no buenas razones

“En el marco del aniversario Nº 231 de nuestra comuna, hemos escuchado al alcalde de Linares, Mario Meza Vásquez, contarnos reiteradas veces, a través de sus redes sociales, sobre los avances en materia de obras públicas que está teniendo la comuna. El eje Januario Espinoza, Carmen y Maipú, el Cesfam Oscar Bonilla, el Hogar San Camilo son algunas de las obras que el edil ha publicitado constantemente en las plataformas virtuales. No obstante, todas las iniciativas mencionadas tienen fuentes de financiamiento externo. La primera iniciativa corresponde a una iniciativa del Serviu regional con financiamiento del gobierno regional por más de 23 mil millones de pesos. La segunda corresponde al Servicio de Salud del Maule, financiado por el Gore Maule por más de ocho mil millones de pesos, y la tercera a una iniciativa municipal también financiada con recursos del gobierno regional por más de 5 mil millones de pesos. Entonces, ¿son obras ejecutadas íntegramente por el municipio? La respuesta es no. El financiamiento es externo y el municipio actúa como licitante solo en una, como es el caso del hogar San Camilo. Lo mismo aplica para las apariciones del alcalde en las obras del nuevo supermercado, estación de servicio y cadena de comida rápida ubicadas al ingreso de la ciudad en la avenida León Bustos. Pareciera que la gestión del dueño de casa ha permitido la llegada de la inversión privada, pero no, es sólo una cuestión estética de Meza Vásquez”, expresa el sociólogo en su columna de opinión


Por Marcos Álvarez Yáñez (Sociólogo)

                   En el marco del aniversario Nº 231 de nuestra comuna, hemos escuchado al alcalde de Linares, Mario Meza Vásquez, contarnos reiteradas veces, a través de sus redes sociales, sobre los avances en materia de obras públicas que está teniendo la comuna. El eje Januario Espinoza, Carmen y Maipú, el Cesfam Oscar Bonilla, el Hogar San Camilo son algunas de las obras que el edil ha publicitado constantemente en las plataformas virtuales.

No obstante, todas las iniciativas mencionadas tienen fuentes de financiamiento externo. La primera iniciativa corresponde a una iniciativa del Serviu regional con financiamiento del gobierno regional por más de 23 mil millones de pesos. La segunda corresponde al Servicio de Salud del Maule, financiado por el Gore Maule por más de ocho mil millones de pesos, y la tercera a una iniciativa municipal también financiada con recursos del gobierno regional por más de 5 mil millones de pesos.

Entonces, ¿son obras ejecutadas íntegramente por el municipio? La respuesta es no. El financiamiento es externo y el municipio actúa como licitante solo en una, como es el caso del hogar San Camilo. Lo mismo aplica para las apariciones del alcalde en las obras del nuevo supermercado, estación de servicio y cadena de comida rápida ubicadas al ingreso de la ciudad en la avenida León Bustos. Pareciera que la gestión del dueño de casa ha permitido la llegada de la inversión privada, pero no, es sólo una cuestión estética de Meza Vásquez.

Está bien, no seamos tan drásticos con la gestión edilicia; el municipio sí ha invertido. En los últimos cuatro años, hemos podido observar el arreglo de calles en mal estado, la reposición de veredas, la famosa fiesta de la chilenidad, otros eventos artísticos, cierres perimetrales de canchas deportivas, refacción de sedes sociales y el edificio de seguridad municipal.

Lo que realmente se espera para este último periodo es la consolidación del gobierno comunal. Sin embargo, hemos visto que dista mucho de aquello. El déficit de las arcas locales está marcando pauta en las pobres presentaciones de la semana aniversario y de las ferias realizadas en plaza de armas. Además, la formalización por el caso cloro y los diversos informes de Contraloría han desviado la atención del edil en lograr buscar el desarrollo de nuestra tierra encantadora.

En Linares, carecemos de tanta infraestructura y obras que nos permitan el desarrollo, que nos alegramos por la apertura de una calle que ni siquiera está terminada o celebramos la llegada de una cadena de comida rápida. Y claro, es que nos falta tanto para vernos y sentirnos ciudad que apelamos a hitos tan pequeños para sentirnos grandes. Por ejemplo, en el sector norte no existen gimnasios o áreas deportivas, qué hablar de la congestión vial en el sector Huapi, ni soñar con estadio nuevo ni con la inversión en la mejora en los colegios que dependen del municipio, menos pensando que estos pasan al Servicio Local de Educación el próximo año.

El último informe del índice de calidad de vida urbana de la Universidad Católica de Chile correspondiente al año 2024 situó a Linares en los últimos lugares de todas sus mediciones. Este documento establece parámetros de evaluación en áreas tales como conectividad, movilidad, vivienda, entorno y condiciones laborales. En todas estas dimensiones, Linares se situó al final de la lista, figurando detrás de comunas como San Javier y Maule. Lo que llama enormemente la atención debido al retroceso que ha tenido la comuna durante los últimos años en comparación a sus pares de la región.

En estos 231 años las autoridades políticas están en deuda con Linares. Definitivamente Linares está en deuda con Linares.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).