Los brutales crímenes que siguen en la impunidad en Linares
Además del caso “Catita” Vásquez, en Linares hay dos crímenes alevosos que se mantienen en la más absoluta impunidad. Las causas no tienen ningún imputado y lo más grave ni siquiera un sospechoso.
La decisión de la Fiscalía de Linares de no seguir investigando el deceso de “Catita” Vásquez Muñoz provocó revuelo e indignación en la sociedad local, junto con reabrir el debate con respecto a brutales crímenes que se encuentran en la más absoluta impunidad.
La familia de la ex funcionaria municipal insiste en que su deceso se debió a la participación de terceras personas. La PDI a través de la Brigada de Homicidios de Linares y Talca como el Ministerio Público apunta a la hipótesis del suicidio de la joven madre.
“BRUTAL DEGOLLAMIENTO”
Pero además del caso “Catita” Vásquez, en Linares hay dos crímenes alevosos que se mantienen en la más absoluta impunidad. Las causas no tienen ningún imputado y lo más grave ni siquiera un sospechoso.
Adriana Rosales Barros, de 67 años de edad vivía en el sector Huapi Bajo a metros de la escuela rural de esta localidad del área sur-oriente de Linares.
En abril del año pasado fue atacada en forma brutal y bestial por uno o más sujeto que en estos momentos deambulan libremente por la ciudad, la región o el país.
Adriana fue degollada, sus restos envueltos y arrojados a un canal de riego. La mujer vivía sola y nadie vio nada. Sus familiares al descubrir lo sucedido no podían creer en la escena del crimen, sangre por todos lados del domicilio.
“DOS DISPAROS EN LA CABEZA”
El otro crimen se relaciona con el joven Ignacio Canales Hernández, asesinado de dos disparos en la cabeza al interior de una casona abandona en avenida Presidente Ibáñez con Serrano, lado norte de Linares.
Homicidio originado en septiembre de 2018. “Al llegar al lugar, en el interior del domicilio deshabitado, se encontraron con un joven tendido en el suelo y quien presentaba un disparo en la cabeza en situación de gravites, razón por la cual se le prestó los primeros auxilios. Se solicitó la presencia inmediata del personal médico (SAPU) pero una hora y media después de iniciar la atención, el joven lamentablemente fallece en el lugar”, fue lo indicado ese día por el capitán Pablo García.
Hasta el día de hoy se desconoce por qué este joven de 25 años se encontraba al interior de esta vivienda que por años se ha encontrado en estado de abandono y es utilizado como un refugio de gente que manipula droga y alcohol.
Lo único que se sabe es que minutos antes de escuchar disparos, en el lugar vieron un vehículo negro de donde descendieron dos individuos quienes habían regresado al inmueble cuando se escucharon los disparos, información que se suministró a la PDI.