El manifiesto de la candidata al Senado por el Maule, Beatriz Sánchez Muñoz con respecto a las personas mayores

“En mi recorrido por el Maule me he topado con muchos hombres y mujeres mayores. En Talca, Curicó, Linares, San Clemente, Linares, en San Javier, en Molina, Cauquenes, Teno compartieron conmigo sus historias, sus experiencias, sus anhelos pero también sus aprensiones. Son personas que le temen a la dependencia, a la fragilidad física. Tienen miedo a ser una carga, a no tener un rol dentro de la familia o en la sociedad. Les horroriza la soledad, la marginación social. Si antes se sentían sumando ahora, muchos, se sienten restando. Es por eso mismo que sueñan, soñamos con una sociedad más inclusiva. Varios también me relataron sobre hijos, parejas o familiares que ejercen la violencia económica sobre ellos, lo que significa apropiarse de pensiones, ahorros, bienes, inmuebles. Es una realidad de la que poco se habla pero que ocurre con más frecuencia de lo que se imagina. Son tantas las cifras manoseadas que esconden una realidad lacerante: muchos de nuestros viejos se quedan solos y a muy pocos les interesa. Es ahí donde las políticas públicas cobran sentido”, comentó la periodista y postulante a la Cámara Alta por el Frente Amplio
Por Beatriz Sánchez Muñoz (periodista y candidata al Senado por la Región del Maule)
Según el Censo, en el Maule hay más de un millón 123 mil personas. El 15% de ellos tienen más de 65 años, eso significa que casi 180 mil hombres y mujeres en la región ya se instalaron en la definición de personas mayores. Y de esa muestra el 54% son mujeres. Los números dan cuenta de una realidad país: Chile envejece y lo hace de una forma acelerada.
Esa realidad nos enfrenta a desafíos de sustentabilidad en el sistema de salud, cuidado, economía, y pensiones. Este es un tema que va más allá de las pensiones, más allá de la violencia ejercida -algunas veces- sobre estas personas.
Son temas urgentes porque este es un fenómeno que ha llegado para quedarse, y es que se estima que en el año 2050 la población de adultos mayores se duplique, o sea un tercio de los chilenos serán viejos. Aún más, los mayores de 80 años se triplicarán.
Las razones de este rápido envejecimiento son varias pero las más importantes son la disminución de la natalidad. Nuestro país tiene la más baja tasa de fecundidad en América Latina y una de las más bajas del mundo.
En Chile la natalidad ha disminuido a la mitad en los últimos 30 años. Si el promedio de de la tasa natalidad en el mundo es de 2.1, acá -en nuestro país-alcanza el 1.16 hijos por mujer. O sea el remplazo generacional está absolutamente desequilibrado. Si a eso le sumamos que las chilenas está postergando la maternidad, priorizando el desarrollo profesional igual que el personal se entiende mejor este cambio social. El factor económico también pesa, mantener a los hijos es caro. Otro factor para el crecimiento de la población anciana es el aumento de la esperanza de vida debido al desarrollo en la medicina, también de los avances de la salud pública.
En mi recorrido por el Maule me he topado con muchos hombres y mujeres mayores. En Talca, Curicó, Linares, San Clemente, Linares, en San Javier, en Molina, Cauquenes, Teno compartieron conmigo sus historias, sus experiencias, sus anhelos pero también sus aprensiones. Son personas que le temen a la dependencia, a la fragilidad física. Tienen miedo a ser una carga, a no tener un rol dentro de la familia o en la sociedad. Les horroriza la soledad, la marginación social. Si antes se sentían sumando ahora, muchos, se sienten restando. Es por eso mismo que sueñan, soñamos con una sociedad más inclusiva. Varios también me relataron sobre hijos, parejas o familiares que ejercen la violencia económica sobre ellos, lo que significa apropiarse de pensiones, ahorros, bienes, inmuebles. Es una realidad de la que poco se habla pero que ocurre con más frecuencia de lo que se imagina.
Son tantas las cifras manoseadas que esconden una realidad lacerante: muchos de nuestros viejos se quedan solos y a muy pocos les interesa. Es ahí donde las políticas públicas cobran sentido.
De esos primeros números que mencioné hay que agregar que sobre 159 mil personas en el Maule reciben la Pensión Garantizada Universal, nuestra PGU y ese número crece a diario ya que todos los días se suman los que cumplen 65 años.
Pero el tema de las personas mayores no se termina con mejorar las pensiones, sería mezquino pensar así.Tengo la convicción de que el abanico debe ampliarse, tenemos que ocuparnos de aquellos que, pese a haber trabajado toda una vida, no lograron tener un hogar propio. Y eso se logra con proyectos de ley que luego se transforman en legislación moderna, que acompañan los cambios sociales.
En la actualidad una persona de 70 años puede tener 20 años o más por delante. Por eso debemos construir una nueva mirada sobre esta etapa. Porque el principal obstáculo en este tema se llama Edadismo, que se trata de un rechazo basado en la edad. Este prejuicio incluye estereotipos igual que discriminación a personas mayores. Esto ocurre cuando se usa la edad de la gente para crear desventajas e injusticias. Según la octava encuesta de inclusión y exclusión social de las personas mayores, realizada este año por el Servicio Nacional del Adulto Mayor, el Senama, el 58% de la población en Chile cree que las personas mayores no pueden valerse por sí mismas, a pesar que los datos oficiales indican que casi el 80% de la persona mayor es autovalente. Esta brecha entre realidad y percepción es un fuerte ejemplo de edadismo.
Mientras algunos insisten en decirles viejitos en lugar de llamarlos por su nombre, de tratarlos como niños, como adultos asexuados, como cargas económicas o insisten en que ya no aprenden o son intolerantes, yo continúo viendo que son un aporte a la sociedad, a sus familias, y a otros.
El primero de octubre del año 1990 las Naciones Unidas instauró el día internacional de las personas mayores y en Chile se conmemora oficialmente desde el 2004. Desde esas fechas hasta ahora hemos avanzado. En materia de centros diurnos hubo un aumento a nivel nacional, de 107 a 188. También hay más viviendas tuteladas, los condominios de este tipo ha aumentado de 55 a 59. El cuidado domiciliario subió en un 48,7% pasando de 39 comunas a 58 comunas con este sistema dentro de la atención de salud. Finalmente hay un mayor acceso a establecimientos de larga estadía para adultos mayores, los ELEAM. De hecho en el Maule los centros diurnos crecieron en más de un 100%. Si ya existían por ejemplo en Linares, Yerbas Buenas, Cauquenes, entre otras, ahora también hay en San Javier, Longaví, y Chanco. En total son 7 en toda la región. Son pasos importantes, fundamentales pero hay que continuar. El número de adultos mayores no solamente crece sino que aún tiene mucho futuro y están cada vez más vigente. Yo necesito verlos, quiero escucharlos.
(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).