David Santos Becerra: “El humedal del cual se habla hoy es básicamente un basural”

David Santos Becerra: “El humedal del cual se habla hoy es básicamente un basural”
El humedal está ubicado en la parte norte de Linares.

Lamentablemente no hemos entendido como ciudad la gran importancia de las áreas verdes (bien desarrolladas) y cómo éstas mejoran la calidad de vida de las personas, la salud mental, el goce, ayudan a combatir la delincuencia y los beneficios ambientales que podrían brindarnos. Pero, aún estamos a tiempo de poder revertir la situación.


Por David Santos Becerra (Ecologista y co fundador del Movimiento Defensa Achibueno de Linares)

                                              El humedal del cual se habla hoy es básicamente un basural, donde gente que no ha logrado entender la importancia de la naturaleza ha hecho de este lugar un mini vertedero colindante a Villa “María del Valle”, Población “18 de Septiembre” y “Rinconada”.

Estos humedales cumplen funciones sumamente importantes tales como el ser hábitat de especies nativas, sean aves, mamíferos, reptiles o vegetación, además son reguladores del ciclo del agua, recargan napas subterráneas y regulan temperaturas de las islas de calor, entre otras.

Linares aún está en deuda con las áreas verdes urbanas, contando solamente con dos grandes pulmones verdes que serían la Plaza de Armas y la Alameda “Valentín Letelier”, y no logrando ser sustentables (pensado en el actual escenario climático que vivimos). El resto son plazoletas y pequeños parques.

Punto aparte es la diferencia que hay entre sectores más acomodados y los que no. Un ejemplo de ellos es el sector “Alborada” sumamente enverdecido y Villa “Carlos Camus”, que cuenta con tan solo 6 plazoletas mal implementadas para la gran cantidad de gente que habita en el sector.

Lamentablemente no hemos entendido como ciudad la gran importancia de las áreas verdes (bien desarrolladas) y cómo éstas mejoran la calidad de vida de las personas, la salud mental, el goce, ayudan a combatir la delincuencia y los beneficios ambientales que podrían brindarnos. Pero, aún estamos a tiempo de poder revertir la situación.

Con la divulgación de la existencia de este humedal, que ha dado bastante que hablar, se abre una tremenda oportunidad para levantar un gran pulmón verde que vaya de la mano con la restauración del ecosistema que alguna vez hubo en la zona, con la educación ambiental, con la integración de la comunidad (organizaciones, juntas de vecinos, escuelas, liceos, etc.) como actores empoderados del territorio en su cuidado, lo cual lo hace aún más relevante. Claro ha quedado en redes sociales el interés de que este lugar se transforme en una zona recreativa, pero, es sumamente importante considerar la restauración para poder generar infraestructura verde, además de evitar que se instalen departamentos, habiendo un proyecto ya diseñado.

Que esto se pueda llevar a cabo es un tema de voluntades de las autoridades de turno. Un grave error es decir que hay cosas más importantes en estos momentos, cuando está sumamente comprobado que las áreas verdes mejoran considerablemente la calidad de vida de las personas. No faltan fiestas para las que si hay platas, faltan áreas verdes de calidad, para las que no hay recursos.

 

Nota del editor: El humedal ha sido bautizado como Ayüwün, que en mapudungun significa amor mutuo.

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).