Poeta y profesor Julio César Corvalán lanza libro “De herencia campesina”
La obra fue publicada por la Editorial Aguja Literaria y se puede encontrar en varias plataformas digitales a nivel mundial en su periodo de preventa. Para mayores detalles se puede visitar la página de la editorial
Autor: septimapaginanoticias.cl
El profesor y poeta longaviano Julio César Corvalán nos sorprende otra vez con el lanzamiento de su segundo libro titulado “De herencia campesina”.
Se trata de un poemario con varios títulos galardonados, escritos en tiempo de pandemia que reflejan el amor por la tierra, sus gentes, costumbres, paisajes y patrimonio cultural y natural.
La obra fue publicada por la Editorial Aguja Literaria y se puede encontrar en varias plataformas digitales a nivel mundial en su periodo de preventa. Para mayores detalles se puede visitar la página de la editorial https://www.agujaliteraria.com/product-page/de-herencia-campesina o el sitio oficial del autor https://juliocesarcorvalan.com/
He aquí un extracto de su obra. Versos escogidos, como parte de algunos poemas:
Tengo las manos callosas, y quemada mi espalda
de haber cultivado mil rosas en los campos de mi aula.
Por los surcos de la vida he labrado la esperanza.
Fui sembrando mil sonrisas, mil momentos, mil nostalgias.
En los campos cotidianos de las melgas más mundanas
cuan hortelano de sueños, sembré en mi mano palabras.
Para aventarlas al tiempo, a los huertos de la infancia…
Soy sembrador del ensueño que se forja en pizarras.
En el surco de la vida sembré razones fundadas
para cosechar las doctrinas de campesinos que hacen patria…
Porque te tengo amor
porque te quiero...
Porque es tuyo el calor
y el sentimiento.
Porque eres luna y sol
a mis silencios
mi musa, mi flor,
mis recuerdos.
Eres tú la mujer
que me roba el sueño.
Como oro en crisol
amor sin miedos.
Eres mi canción,
mi verso.
Magia y voz
a mis momentos.
Te amo con pasión
con todo el cuerpo.
Te amo tanto, amor,
y de tanto amarte muero…
Y cerramos las puertas al mundo
para encarcelar nuestras penas
dejando vacías las calles,
la estación, las escuelas.
A través de una ventana
nos veíamos de veras
sin máscaras ni rencores
llorando lágrimas ajenas.
Y miramos nuestras almas
en las de allá afuera
y ahogamos nuestro llanto
con el llanto en nuestras venas.
Nuestras casas fueron mundos,
fueron tabla en la marea...
y como náufragos desnudos
tiritando ante la hoguera
cerramos las puertas al mundo
para abrir esperanzas sinceras…
Entró en labor de parto
estando lejos e la ciudad,
no hay apoyo ni caminos
que la puedan ayudar.
Esos gritos desgarrados
no me dejan de asustar
traigan pronto a la partera
porque luego parirá.
Que venga ya la comadrona
pa’ que nazca otra amistad
otro hijo de esta tierra
otro guaina en fe y bondad.
Pa’ que crezca entre las melgas
en la montura y el pretal
cuan baquiano arriando estrellas
palabras de hermandad…