Lenin Fuentes: “Navegando en la oscuridad”

Lenin Fuentes: “Navegando en la oscuridad”
Lenin Fuentes Barros, trabajador social.

Punto aparte, la farandulización que se ha hecho de la entrega de una escuálida caja de mercadería  (comprada además a  grandes productores, perdiendo la oportunidad de beneficiar a pequeños comerciantes si se hubiera entregado el beneficio en forma directa como subsidio), con transmisiones en vivo por la TV del propio Presidente y su gabinete entregando estos alimentos, intentando ocultar la falta de eficiencia en la entrega de esta ayuda, que a la fecha no llega ni al 50


Por Lenin Fuentes Barros (Coordinador Comando Apruebo Chile Digno Linares)

                                    Resulta del todo impresentable (por decirlo de forma elegante), las confesiones del ministro de salud Jaime Mañalich en cuanto al desconocimiento que al menos él tenía de la realidad socio-económica y familiar del país y en particular del gran Santiago.

¿De qué planeta viene el ministro Mañalich? Es una interrogante a la que no me atrevo a sugerir respuesta por temor a ofender a otros habitantes del universo.

Lo cierto, es que aun cuando rápidamente, desde el gobierno le quitaron piso a sus dichos, la conducción errática de la pandemia nos indica que efectivamente, tanto el ministro, como el presidente y su gabinete no tienen conciencia de la realidad nacional y de las motivaciones que causaron la revuelta de octubre  aún en curso.

Pretenden hacernos creer que nadie sabía a lo que nos enfrentábamos y que hoy está mostrando su cara más dura al cuantificar los muertos que deja el letal Covid-19. Como si nadie lo hubiese visto venir.

Lo que pasa es que Piñera, Mañalich, Blumel y otros del gabinete no escucharon a la comunidad científica y especialistas en epidemiología que ya a fines de febrero y durante todo marzo recomendaron tomar medidas agresivas para controlar el contagio. Tuvieron el tiempo adecuado, tomando la experiencia internacional para evitar la tragedia que hoy vivimos y no lo hicieron. A mi juicio,  han incumplido su deber y por esto deberán responder en el futuro cercano.

En este contexto, intentan diluir su responsabilidad con la convocatoria a “un gran acuerdo nacional”,  el que resultó no ser tan “gran”, ya que, solo está limitado a un grupo de partidos más proclives (según el gobierno) a los consensos de los ’90 y con quienes quieren “compartir” la responsabilidad política de su gestión en la pandemia. 

Desde Apruebo Chile Digno, más allá de las decisiones que cada partido tiene, de participar en las convocatorias que estime pertinente, consideramos que esta  carece de una real intención de enmendar el rumbo y más bien busca ganar tiempo  para capear la tempestad y así llegar a la cima de la curva (que posiblemente se dé este mes) y luego impactar con las bajas en los contagios. Una muestra clara de esto, es lo sucedido con la milagrosa “recuperación” de aproximadamente 37.700 contagiados entre el 1 y 2 de junio. El Primer día del mes teníamos 59.100 casos activos y al momento de esta crónica bajaron a 21.325. Esto explicado con formulismos definidos entre el Presidente y su ministro. Veremos que dice de esto la comunidad científica en los próximos días.

Cada uno de los actores políticos deberá asumir su responsabilidad por lo que hicieron o no hicieron en este tan crucial momento. El presidente del Partido Comunista, Diputado Guillermo Tellier,  ha señalado que el Presidente de la República cuenta con todos los instrumentos legales (que le da el Estado de emergencia) para tomar las medidas necesarias para enfrentar las consecuencias económicas y sociales de la crisis, por lo que no necesita de acuerdos nacionales, solo tiene que enviar los proyectos de ley al parlamento (lugar en el cual deben desarrollarse los acuerdos democráticos) y allí serán discutidos y aprobados con la celeridad correspondiente.

Lo cierto, que la estrategia del gobierno no va en la línea de mejorar los apoyos ya aprobados. Actúan como si no existieran los recursos para dar una solución mínima y digna a los que están afectados por la pérdida del trabajo y que ya se les esfumó el subsidio de cesantía en el mejor de los casos. Durante décadas, se nos dijo que se estaba ahorrando para cuando las “vacas estuvieran flacas”. Ahora las vacas están famélicas y la ayuda no llega. El ahorro sigue guardado y hay fondo suficiente para entregar ayuda directa equivalente a $420.000 por familia de 4 integrantes y complementar las rentas de quienes perciben menos que esto. 

¿Será que se está pensando en utilizar estos ahorros para el salvataje de  algunas empresas y así estas no deban recurrir a utilizar las ganancias atesoradas durante las últimas 3 décadas?. No lo sabemos. Lo claro es que los recursos están disponibles y podrían ser transferidos en forma  rápida y eficiente a quien lo necesita.

Punto aparte, la farandulización que se ha hecho de la entrega de una escuálida caja de mercadería  (comprada además a  grandes productores, perdiendo la oportunidad de beneficiar a pequeños comerciantes si se hubiera entregado el beneficio en forma directa como subsidio), con transmisiones en vivo por la TV del propio Presidente y su gabinete entregando estos alimentos, intentando ocultar la falta de eficiencia en la entrega de esta ayuda, que a la fecha no llega ni al 50% de los beneficiarios. Esta teleserie, promete extenderse a todo el país, a la que se suman alcaldes y gobernadores.

Lo cierto es que estamos navegando a ciegas en la oscuridad y nuestro capitán y su lugarteniente no  quieren usar la brújula. 

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).