Lenin Fuentes: “Chile exige una nueva Constitución”
En este contexto, Piñera nos convoca a la cuenta pública transmitida a todo el país el viernes 31 de julio. Nada nuevo, su mensaje en general sigue siendo de falta de sintonía con la ciudadanía. Cero autocrítica, se reafirma en su discurso exitista y falso, asegurándole al país que todo marcha muy bien.
Por Lenin Fuentes Barros ( trabajador social , magister en políticas públicas y gestión local y coordinador comando Apruebo Chile Digno Linares)
En el contexto de un gobierno desgastado y sin capacidad de conducción política del país, la semana pasada asistimos a dos eventos de relevancia en la gestión de cualquier administración; un cambio de gabinete y la cuenta pública del presidente.
El cambio de gabinete cobra real importancia al producirse movimiento en el principal puesto político del equipo del presidente. Hablamos del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, puesto que hoy desempeña el UDI Víctor Pérez Varela. Su nombramiento, no pasa inadvertido, ya que también es un mensaje a los partidos de oposición y la gran masa ciudadana que ha exigido cambios profundos en el país, los que pasan por el fin de la constitución pinochetista, siendo Pérez Varela el responsable de garantizar las condiciones de seguridad para el plebiscito del 25 de octubre. El “gato a cargo de la carnicería” podríamos decir, en cuanto este personaje es un ex funcionario de la dictadura y opositor al cambio constitucional.
“Tenemos sospechas fundadas que, desde Los Ángeles, siendo Víctor Pérez alcalde designado por Pinochet, muchas personas actuaron como una red de informantes para Colonia Dignidad, intimidando así a las personas y violando sus derechos”, dice en parte la declaración pública de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos del Maule al referirse al tema. De lo que sí no hay sospecha alguna, es del rol que jugó el hoy ministro y en su tiempo como parlamentario en la red de apoyo a la llamada Colonia Dignidad cuando desde el inicio de las investigaciones que culminaron con la caducidad de su personalidad jurídica y en definitiva su término al menos en derecho, ya que en los hechos, este enclave se reconvirtió y es bastante discutible los alcances logrados en materia de justicia como en todo lo que involucra violaciones de DDHH en Chile. El Sr. Ministro, defendió a troche y moche a la Colonia y de esto hay pruebas tangibles en el parlamento en donde están expresas sus declaraciones. Esa es la estirpe del hoy ministro del Interior y Seguridad Pública de nuestro país.
El mensaje del presidente al país que exige cambios es claro y conciso al nombrar a Pérez como su brazo derecho y se puede leer en éste que no hay voluntad de avanzar en la profundización de la democracia y justicia social. Por una parte, el jefe del gabinete promueve la odiosidad contra el pueblo Mapuche, siendo el principal instigador de los hechos de violencia ocurridos el fin de semana, desconociendo la existencia de presos políticos en el Walmapu, y desata una nueva oleada represiva contra los mapuches en sus justas reivindicaciones, generando sensación de inestabilidad en el país que pudieran justificar medidas de mayor envergadura e incluso bajar el plebiscito de octubre y si no son capaces de esto, al menos lograr que el rechazo no sufra una derrota tan contundente como la que indican todos los estudios de opinión al respecto. El manejo de la pandemia y las medidas de desconfinamiento cuestionadas por los especialistas, también pudieran ser un indicador de esta estrategia.
En este contexto, Piñera nos convoca a la cuenta pública transmitida a todo el país el viernes 31 de julio. Nada nuevo, su mensaje en general sigue siendo de falta de sintonía con la ciudadanía. Cero autocrítica, se reafirma en su discurso exitista y falso, asegurándole al país que todo marcha muy bien.
No tuvo el presidente el coraje de pedir disculpas al país, aun cuando el texto del discurso preparado por sus asesores así lo señala, por la tardanza en la entrega de ayuda. Por no llegar con políticas públicas de apoyo a los sectores que lo necesitan y que tienen que echar mano a sus propias alternativas para asegurar su mínimo bienestar y sobrevivencia en algunos casos.
La cuenta pública del presidente, más que entregar orientaciones y certezas a los ciudadanos, nos deja en la incertidumbre propia de un gobierno sin conducción política y sin programa o proyección. Esto es grave, ya que deberemos seguir enfrentando la improvisación en materias tan sensibles como la salud y el desempleo que ya está afectando a casi 3 millones de chilen@s.
Como ciudadan@s, no podemos bajar los brazos y hoy debemos esforzarnos para salir al paso a todo intento por impedir los cambios necesarios para un mejor vivir. El gobierno y su equipo ministerial centrarán sus esfuerzos en impedir el plebiscito, incluso con la patraña de que este no es necesario y que la constitución se puede reformar por el próximo parlamento, lo que no es nada más que “hacer cambios, para que nada cambie”.
¡¡¡Chile despertó, cambió y exige una nueva constitución y convención constituyente 100% electa¡¡¡
(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).