Francisco Pinochet: “El silencioso rechazo a una Nueva Constitución del alcalde Mario Meza”

Por Francisco Pinochet (ingeniero agrónomo y máster en responsabilidad social y sostenibilidad)        

                                              Estamos sólo a ocho días de vivir un hito histórico, el momento que muchas y muchos esperábamos hace años para dejar atrás el último legado de la Dictadura.

La oportunidad que tenemos el 25 de octubre próximo será probablemente la única en nuestras vidas y es la que nos permitirá construir colectivamente el Chile y el Linares que soñamos. 

Durante casi una década, en Chile y en Linares se ha venido gestando un malestar que detonó hace un año. De manera inédita, millones de chilenos y miles de linarenses salimos a las calles a decir lo que nos parecía injusto, a reclamar por un Estado más presente y a demandar mayor protección social para la clase media y los más vulnerables.

Parece que nos cansamos de tanta injusticia, de tanta desigualdad, de tanto abuso. Parece que despertamos.

Las movilizaciones que no paraban dejó muchos impávidos, sin entender muy bien las razones de tales revueltas y con poca capacidad de reacción. Esto llevó a la Asociación Chilena de Municipalidades, a convocar a consultas ciudadanas que, en Linares, mostraban lo evidente.

Con una participación inédita de más de 10.000 personas, un 87% votó por una nueva constitución, un 52% por la convención constitucional, un 84% por reponer el voto obligatorio y también mostraban que las pensiones y salud, eran las prioridades para los y las linarenses. 

Con estos resultados parecía ser obvio que la máxima autoridad comunal trabajara por la opción de la mayoría de los y las linarenses. Sin embargo, tironeado por el mundo conservador, decidió ausentarse del debate apelando a la “Prescindencia”, lo que significa evadir la discusión de fondo sobre  el  rol que debieran tener los gobiernos locales en el proceso constituyente y peor aún, ausentarse del debate sobre la ley orgánica constitucional de municipalidades, las funciones y atribuciones de los municipios, su financiamiento , su autonomía y sus  falencias que impiden una mejor gestión, descentralización  y el diseño de programas y políticas públicas que incorporen las realidades locales.

La prescindencia es una opción válida, sin embargo, la coherencia política es necesaria, sobre todo cuando las autoridades políticas están cuestionadas. Me pregunto ¿Por qué no prescindió en las campañas presidenciales del año 2017? Al menos yo no olvido que junto a sus operadores políticos de confianza partidaria, transformaron el municipio de todos y todas en el comando presidencial de Sebastián Piñera y el “Honorable” Senador Castro. ¿Por qué no prescindió en las licitaciones adjudicadas por más de 1000 millones a la empresa de su amigo Senador Juan Castro? ¿Por qué no prescindió en las campañas primarias de gobernadores en nuestra región? En dónde nuevamente sus funcionarios municipales de confianza ocupan el municipio, para beneficio de su partido político.  ¿Por qué no prescindió en la compra de cloro entre medio de la pandemia a un sobreprecio 5 veces mayor al precio de mercado?

La prescindencia es legítima, qué duda cabe, pero la consecuencia con la opinión mayoritaria de los linarenses expresada en su consulta ciudadana, es imperativa.

Chile necesita cambiar, La pandemia ha terminado por dejar en evidencia la incapacidad de las actuales reglas para proteger a las comunidades y las personas.

El momento constituyente que vivimos es histórico, y la consulta ciudadana realizada por Ud. fue categórica. 87% quiere una nueva constitución y si bien no es vinculante, muchos hubiésemos esperado se sumará a esa mayoría de linarenses, en vez de proteger una minoría que se ha beneficiado del actual sistema y que, por cierto, quiere que todo siga igual. 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).