Abogado y candidato a concejal Salvador Concha Aguilera: ¿Importa la cultura en Linares? entre el olvido institucional y la resiliencia ciudadana
"Los artistas e intelectuales de Linares, quienes siguen creando y resistiendo a pesar del abandono, se enfrentan al desafío de mantener viva una cultura que no cuenta con el respaldo institucional necesario. Son ellos quienes, a través de su trabajo, buscan mantener el diálogo entre el pasado y el presente, pero, su tarea se vuelve cada vez más difícil sin los espacios físicos adecuados y sin políticas culturales que impulsen su trabajo", dijo el jurista
Por Salvador Concha Aguilera (abogado.y candidato a concejal en la Lista del Frente Amplio por la comuna de Linares)
Después de asistir a la presentación de una novela en estos días pasados, me surgieron grandes interrogantes y reflexiones sobre nuestra vida cultural. Linares, una ciudad cargada de historia y tradición, se enfrenta hoy a una de sus crisis más profundas: el abandono de su cultura. Lejos de ser una prioridad para las autoridades locales, la cultura linarense ha sido relegada a un segundo o tercer plano, desatendiendo a los artistas, intelectuales y espacios que dan vida a su esencia.
El teatro de ensayo, símbolo de la efervescencia creativa de la ciudad, hoy yace en silencio, sus puertas cerradas y sus luces apagadas. Este espacio, que alguna vez acogió expresiones artísticas locales y fue el epicentro de la reflexión social y cultural, es solo uno de los muchos que han sido postergados en una ciudad que parece haber perdido el rumbo en cuanto a la valorización de sus manifestaciones culturales. Luego de la cesión que hizo el municipio del terreno hasta el día de hoy no se ha dado cumplimiento a la promesa de construir un nuevo Teatro de Ensayo para la ciudad: los jóvenes carecen de un espacio para desarrollar sus creaciones artísticas.
La falta de real apoyo institucional no solo ha afectado a los artistas que luchan por mantener viva la llama de la creatividad, sino que ha debilitado el tejido cultural que alguna vez unió a Linares con su identidad rural y campesina. Esta identidad, que se nutría de la vida agrícola, las tradiciones campesinas y la conexión profunda con la tierra, se ha ido diluyendo en medio de un proceso de modernización mal gestionado, dejando a la ciudad atrapada entre un pasado que no ha sabido preservar y un futuro incierto.
Los artistas e intelectuales de Linares, quienes siguen creando y resistiendo a pesar del abandono, se enfrentan al desafío de mantener viva una cultura que no cuenta con el respaldo institucional necesario. Son ellos quienes, a través de su trabajo, buscan mantener el diálogo entre el pasado y el presente, pero, su tarea se vuelve cada vez más difícil sin los espacios físicos adecuados y sin políticas culturales que impulsen su trabajo.
La cultura en Linares no solo necesita ser rescatada, sino revitalizada. Las autoridades deben asumir su rol en la protección y promoción de las artes y la cultura local. Es necesario abrir espacios, reactivar aquellos que han sido cerrados y, sobre todo, reconocer el valor de la identidad linarense basada en sus raíces de cultura familiar campesina, donde han sido principalmente las mujeres rurales las que la han mantenido y preservado.
Es momento de que Linares transforme a la cultura en un pilar fundamental, no solo para quienes crean, sino para toda la comunidad facilitando su reencuentro con su historia y tradición; el respeto por la identidad no se expresa con discursos vacíos, populistas, sino generando reales condiciones para la recreación de nuestra identidad linarense. Invertir en cultura es invertir en crear posibilidades para que la tradición tenga futuro, es invitar a los jóvenes a apostar por su ciudad, es invitar a los mayores a seguir creyendo que otro Teatro de Ensayo es posible.