Salvador Concha Aguilera, abogado: “Por la dignidad de Linares la ciudadanía no debería renovar en el cargo al alcalde Mario Meza Vásquez”

Por Salvador Concha Aguilera (abogado y candidato a concejal por la Municipalidad de Linares)

          A fines del mes de junio del presente año, conocimos con estupor ciudadano la decisión del Ministerio Público de Linares, de solicitar audiencia de formalización de cargos contra el alcalde Mario Meza Vásquez, además de la cúpula municipal y un grupo de comerciantes.

En total 15 personas (9 funcionarios municipales) involucrados en la compra irregular- tras un detallado informe de Contraloría- de cajas de mercadería, test de testeos Covid-19 y cloro en época de pandemia. A los funcionarios se le imputan delitos de fraude al fisco reiterado y a los segundos de estafa.

Es oportuno que la ciudadanía linarense se informe que el delito por el que se formalizará al alcalde Mario Meza Vásquez y a otros funcionarios y ex funcionarios de la Municipalidad es el de fraude al fisco. Se trata de una forma de estafa en que el funcionario público interviene debido a su cargo público engañando o incumpliendo sus deberes, lo que produce un daño al Estado.

En razón de lo anterior es que el jefe comunal linarense y vicepresidente de RN como el resto de los funcionarios pueden estar expuestos a las penas privativas de libertad de conformidad al artículo 239 de nuestro Código Penal, es decir, arriesga penas de 5 años y un día. Estos delitos funcionarios casi todos traen asignada además las penas de inhabilitación para ejercicio de cargos o funciones públicas.

Meza reaccionó en duros términos a dicha notificación, insinuando que la Fiscalía se prestaba para acciones políticas en su contra. “Lamento profundamente que, a un mes de una elección municipal, la política sucia utilice la institucionalidad para hacer daño a la municipalidad de Linares y a mi persona”, fue su reacción tras ser notificados por el Ministerio Público.

Se trata de una acusación grave que busca, además, distraer la atención de la gravedad de los delitos que se investiga. Dada la relevancia de la municipalidad para las personas no sólo se trata de un daño patrimonial, sino, visto desde el punto de vista político, del deterioro de la confianza en la actuación proba, sujeta a la moral, de la institución que tiene el contacto más directo con las personas. 

Lo que realmente está en juego no es solo la reputación de una persona o de una administración, sino la confianza de las y los linarenses en quienes los representan. Cuando la justicia pone bajo la lupa a quienes han sido elegidos para proteger el bienestar común, lo mínimo que esperamos es una actitud de cooperación total y de respeto por la verdad. No se trata de limpiar una imagen pública con discursos de victimización, sino de asumir con valentía las responsabilidades que vienen con el cargo. Al final, la verdadera política sucia es la que intenta manipular la verdad para encubrir faltas, dejando a la ciudadanía en la oscuridad, ceguera política,  erosionando aún más la confianza en nuestras instituciones.

Linares debe aspirar a ser gobernada por personas honestas, y hoy día son varias las aristas en que la probidad municipal está en tela de juicio ¿es propio de una ciudadanía digna renovar este mandato?

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).