Menor electrodependiente pudo trasladarse en un taxi bus después de seis años
“La señorita Bárbara- de la cual no recuerdo su apellido-me dijo que los buses estaban en pleno recorrido. Dado que tenía que ir al hospital decidí salir con Felipín y subirme a una de las micros. Nos subimos junto a una técnico paramédico en calle Cavicchioli con Enrique Chacón (sector Nuevo Amanecer) y nos bajamos en Maipú con Yumbel, en el centro de Linares. Desde ahí nos fuimos en la silla especial hasta la escuela hospital donde mi hijo recibió un diploma”, comentó Juanita.
Un día distinto y feliz vivió Felipe Alejandro Basaure Zúñiga, de 11 años de edad y electrodependiente. Luego de seis años volvió a subirse a una micro gracias a la incorporación de los buses con “acceso universal” que comenzaron a funcionar en la ciudad de Linares en el marco del mejoramiento de máquinas de la Línea San Ambrosio.
Su madre, Juanita Zúñiga-una incansable luchadora por la inclusión-, decidió llamar a la central de los taxibuses y ver si estaban operativas las micros que se mostraron hace algunos días en la plaza.
“La señorita Bárbara- de la cual no recuerdo su apellido-me dijo que los buses estaban en pleno recorrido. Dado que tenía que ir al hospital decidí salir con Felipín y subirme a una de las micros. Nos subimos junto a una técnico paramédico en calle Cavicchioli con Enrique Chacón (sector Nuevo Amanecer) y nos bajamos en Maipú con Yumbel, en el centro de Linares. Desde ahí nos fuimos en la silla especial hasta la escuela hospital donde mi hijo recibió un diploma”, comentó Juanita.
Recordó que su hijo no ascendía a una micro hace más de seis años. “Obviamente como yo lo conozco lo vi emocionado. Sus ojos estaban muy abiertos y se reía en el trayecto. Don Armando Badilla se portó muy bien y fue muy caballero. Incluso no quiso que le pagáramos el pasaje, argumentando que era el primer pasajero con discapacidad que trasladaba”, comentó.
Zúñiga valoró que la empresa San Ambrosio haya decido sumar taxibuses con “acceso universal”. Lo más llamativo-acotó- es que al regresar nuevamente nos encontramos con el mismo bus. Así que pudimos volver a la casa sin problema. “Realmente fue un día feliz para Felipín y esto demuestra que podemos avanzar en materia de inclusión. Con disposición y tranquilidad es posible que nuestros hijos salgan de la casa y pueda tener estas opciones de movilización. Me llamo la atención la actitud de algunas personas que se limitaban solo a mirar. Nadie aplaudió o se mostró contento. Para nosotros fue un día feliz”, dijo emocionada.