Lenin Fuentes: “La sordera del Presidente”

Lenin Fuentes: “La sordera del Presidente”
Lenin Fuentes Barros, trabajador social.

Lo paradójico de la invitación del presidente, es que solo quiere conversar con quienes estén de acuerdo en apoyar “su fórmula” para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia. Estrategia, que por lo demás, se apega a la lógica de mercado y que no toma medidas de fondo y estructurales de mediano plazo. Ejemplo de esto son el Ingreso Familiar de Emergencia que entrega $65.000 decreciente por tres meses, la entrega de 2.500 cajas de mercadería para 2 semanas (que se las compra a los grandes empresarios del rubro).


Por Lenin Fuentes Barros (Coordinador Comando Apruebo Chile Digno Linares)

                       No dejan de sorprender las intervenciones públicas del presidente y sus convocatorias. Hace un poco más de un mes nos sorprendió con el discurso de la “nueva normalidad” y el resultado lo conocemos todos. El virus avanza en forma descontrolada principalmente en la región metropolitana, donde se concentra la mayor densidad poblacional.

El fin de semana, nos convoca a un acuerdo  nacional y evoca la voluntad de todos para hacer frente a la crisis económica que está en franco desarrollo, golpeando como siempre a los que viven de su trabajo diario y precario. Nos invita a dialogar y buscar entre todos la mejor alternativa para el difícil momento que vivimos. 

Lo paradójico de la invitación del presidente, es que solo quiere conversar con quienes estén de acuerdo en apoyar “su fórmula” para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia. Estrategia, que por lo demás, se apega a la lógica de mercado y que no toma medidas de fondo y estructurales de mediano plazo. Ejemplo de esto son el Ingreso Familiar de Emergencia que entrega $65.000 decreciente por tres meses, la entrega de 2.500 cajas de mercadería para 2 semanas (que se las compra a los grandes empresarios del rubro).

Para un hogar que ha perdido el 100% de sus ingresos toda ayuda es importante, no menospreciamos nada, sin embargo ¿qué pasa luego de las 2 semanas que supuestamente durará la caja de alimentos?, ¿Una vez agotados los escuálidos aportes del IFE qué sigue? Seguramente aparecerán más canastas o cajas familiares y por supuesto, se las seguirán comprando a los amigos del presidente.

Paralelo a esto, y responsablemente se  han hecho llegar a la Moneda propuestas y alternativas para enfrentar estructuralmente esta crisis. Una de ellas es la elaborada por el Colegio Médico, quien convocó a destacados economistas, los que con cifras en la mano proponen un plan económico para 18 meses y que otorgue un apoyo efectivo de $300.000 a las familias que no cuentan con ingresos garantizados. Como fuente de financiamiento propone la utilización del FEES (Fondo de Estabilización Económica y Social) que a marzo 2020 sumaba 12 mil millones de dólares. La propuesta también sugiere que se podrían utilizar 670 millones de dólares, por sobre lo ya utilizado en forma mensual y así mejorar la ayuda que se entrega y garantizar efectivamente las necesarias cuarentenas, que dicho sea de paso, es la única forma efectiva de derrotar al COVID-19.  Así lo demuestra la experiencia de los países que han controlado al menos por el momento al virus.

Otra propuesta que se le ha entregado al presidente, es un proyecto de Ley impulsado por la diputada Comunista Karol Cariola,  respaldado transversalmente por la oposición en la cámara de diputados y aprobado en sala al momento de esta redacción, el que propone fijar un impuesto del 2,5% sobre las principales fortunas del país. Es decir sobre la ganancia o plata ociosa de los súper ricos de Chile, que de acuerdo al monto a gravar no superaría más allá de las 10 fortunas principales de Chile, entre las que se cuenta   Iris Fontaba (GrupoLuksic con US$15.400 millones),  Julio Ponce Lerou (con US$3.800 millones),  Horst Paulmann (con US$3.000 millones) y  Sebastián Piñera (con US$2.800 millones) entre otros.

Este impuesto, permitiría reunir sobre 1.600 millones de pesos mensuales y así, asegurar una renta básica de $420.000 por 6 meses para aproximadamente 4 millones de hogares que han perdido su principal fuente de sustento.

Así, surgen distintas propuestas, todas serias y con respaldo, no obstante el presidente y su equipo económico demuestran sordera ante cualquier sugerencia que implique una acción del Estado comprometida con los ciudadanos y que sea distinta a la subsidiaria, como lo establece la  nefasta constitución del ‘80.

La política de emergencia del presidente no da el ancho, ni el largo que el país requiere. Se le está pidiendo desde la sociedad civil enmendar el rumbo y por cierto el daño que se ocasiona a miles de hogares chilenos.

Está demostrado, que existen recursos disponibles para ser usados ahora y en forma directa para quienes lo necesitan y que también existen alternativas de más largo plazo  que permitan reactivar la economía del país. No nos engañan con el cliché que “estamos pensando en el futuro”.  Los recursos de los que dispone el país ahora son suficientes para enfrentar la crisis. El ahorro que Chile tiene así lo permite y las alternativas para recuperar esta inversión en el capital humano del país, también están sobre la mesa.

Piñera y su gobierno sufren de sordera patológica de tipo neoliberal. El remedio para esta enfermedad es la organización popular y la nueva constitución inspirada en los principios de la solidaridad y el bien común por sobre el egoísmo y la acumulación individual.

 

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).