Lenin Fuentes Barros: “El discurso de la normalidad y la cruda realidad del Chile real”

Lenin Fuentes Barros: “El discurso de la normalidad y la cruda realidad del Chile real”
Lenin Fuentes Barros, trabajador social.

"Las medidas para paliar la crisis económica, al igual que las sanitarias, están muy lejos de lo que se necesita en estos momentos y es una razón más por la que debemos cambiar las bases del Estado neoliberal  por uno  de bienestar social y solidario", expresa el trabajador social.


Por Lenin Fuentes Barros (Coordinador Comando Apruebo Chile Digno Linares)

 

                                      El domingo recién pasado, los chilenos fuimos convocados por cadena nacional para escuchar al Presidente quien realizaría importantes anuncios. En lo personal me había hecho a la idea que se intensificarían las medidas sanitarias en relación al avance de la pandemia. Lo medular de la intervención del presidente fue para anunciarnos que debemos retomar la normalidad, para lo cual en el corto plazo se propone el regreso - aun cuando paulatino- a clases, la apertura de los centros comerciales y el retorno de los funcionarios públicos a sus labores.

Como la gran mayoría de los ciudadanos de Chile, se me hace difícil entender estas medidas, teniendo en cuenta que incluso los anuncios oficiales del propio gobierno señalan que aún no llegamos al pick de la pandemia, el que debería llegar en los próximos 15 días. No cabe duda, las urgencias del gobierno no es sanitaria, sino productiva. Estas medidas no se explican de otra forma. Piñera está evaluando los puntos negativos que tendrá para la economía la necesaria disminución  productiva y en su lógica empresarial, esto es intolerable. Piñera está actuando como empresario y no como Presidente cuyo principal función en esta crisis es la de proteger a los habitantes del país que lo eligió para gobernar.

Nos enfrentamos día tras día a reportes oficiales que nos indican el avance sostenido de la pandemia y vemos que no hay medidas que apunten a adelantarnos a ella, sino solo reacción a esta terrible realidad. A modo de ejemplo, diremos que los países europeos declararon cuarentena total cuando los infectados fluctuaron entre los 7 mil y 10 mil ciudadanos. En Chile pasamos esa barrera y se siguen implementando cuarentenas parciales y complejas de cumplir, ya que se dividen las comunas por cuadrantes, que no presentan ninguna lógica según algunos especialistas, los alcaldes y equipos de salud primaria de las comunas afectadas.

En una reciente publicación de prensa, el Premio Nacional de Ciencias Exactas y académico de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile,  Miguel Kiwi, señala y sustenta la hipótesis que el Ministerio de Salud en realidad no sabe cuál es el nivel de la curva de infección que existe a la fecha. Esa sería la razón por la cual no se entregan datos fundamentales a la sociedad científica para que pueda contribuir al diseño de la estrategia para enfrentar la pandemia.

Mención aparte, merece señalar que a la fecha ya tenemos sobre 1 millón de chilenos que han perdido su trabajo, por despidos ocurridos en marzo  y otros porque sus empresas se acogieron a la suspensión laboral y los obliga a echar mano de los escuálidos 500  mil pesos en promedio del fondo de cesantía.

La claridad que hoy tenemos es que el objetivo del gobierno es traspasar el costo económico de la crisis al pueblo trabajador y esto implica una cesantía brutal y condiciones de vida paupérrimas para la gran masa de trabajadores Chilenos.

Las medidas para paliar la crisis económica, al igual que las sanitarias, están muy lejos de lo que se necesita en estos momentos y es una razón más por la que debemos cambiar las bases del Estado neoliberal  por uno  de bienestar social y solidario.