Eduardo de la Fuente Ceroni: “La realidad de los contagios Covid en Linares y la manipulación de las cifras por la autoridad regional”
"El manejo político de las cifras, unido a una población linarense con altos índices de pobreza y cesantía, sin recursos, obligada a buscar día a día el sustento, sin ayuda real por parte de un Gobierno que está obligado a realizarla, sólo han hecho que a pesar de largas cuarentenas los contagios continúen subiendo como la espuma", dice el profesional de la PUC.
Por Eduardo de la Fuente Ceroni (Ingeniero Civil Electricista Pontificia Universidad Católica de Chile)
El último informe epidemiológico N° 102 del Departamento de Estadísticas e Información de Salud del MINSAL, de fecha 17 de abril señala que en Linares al 15 de abril había un total de 522 casos de contagiados activos por Covid-19, los que implicaban una incidencia de 516,5 casos por cada 100 mil habitantes. De hecho, este número de contagiados activos viene creciendo de manera exponencial desde fines de diciembre del año pasado.
Por ejemplo, en abril, el 4 eran 416; el 8 eran 445; el 11 fueron 491; y así, siempre en alza, a pesar que ya han pasado casi ocho semanas de cuarentena.
El siguiente cuadro refleja la realidad linarense al 15 de abril:
Ha sido un comportamiento muy preocupante a lo largo de toda la pandemia que las autoridades regionales informen cifras muy inferiores de contagios activos, lo que se puede notar cada vez que informan al compararlo con la estadística oficial. Hoy día se informa en Séptima Página Noticias que los casos activos llegaron a 428, es decir, casi cien contagiados activos menos que el informe oficial del MINSAL de hace un par de días. Diferencia insólita e inexcusable, por cuanto esta situación de informes manejados por la autoridad regional ya fue denunciada a la Contraloría General de la República el año pasado.
Como es obvio nada ha pasado, ni el órgano Contralor ni la Seremi de Salud han evitado un comportamiento engañoso y opuesto al derecho de una sociedad democrática de estar cabalmente informada; derecho que se atropella abiertamente tal vez con turbias finalidades políticas y, lo que es peor, hace percibir a la gente que la situación no sería tan grave. Si una manipulación de cifras oficiales no es delictual, es sólo porque el marco normativo chileno no lo contempla, en muchos otros países algo de esta implicancia y magnitud llevaría a la cárcel a los responsables.
El manejo político de las cifras, unido a una población linarense con altos índices de pobreza y cesantía, sin recursos, obligada a buscar día a día el sustento, sin ayuda real por parte de un Gobierno que está obligado a realizarla, sólo han hecho que a pesar de largas cuarentenas los contagios continúen subiendo como la espuma.
En contraposición, las comunas del sector oriente de Santiago, las más acomodadas, ya han comenzado a bajar sus contagios a sólo algo más de dos semanas de cuarentena. Esta gente, privilegiada por la desigualdad, puede mantenerse a salvo porque en general tienen asegurado el sustento por un tiempo prolongado, no requieren obligadamente del transporte público y pueden mantenerse en casas amplias, habitadas por pocas personas y abastecidas por el “delivery”.
(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).