CORE Alamiro Garrido propone construir carretera hídrica que una el Maule con las Regiones de O’Higgins y Ñuble
El presidente de la Comisión de Agricultura, Estrategia y Fomento Productivo del Consejo Regional explicó que “las carreteras hídricas son sistemas de infraestructura destinados a transportar agua desde zonas donde es abundante hacia áreas deficitarias. Esto se logra a través de canales, tuberías y otras estructuras diseñadas para minimizar las pérdidas y maximizar la eficiencia en el uso del recurso. En estas regiones, las carreteras podrían captar agua de fuentes naturales como ríos, lagos o embalses, y distribuirla de manera equitativa a lo largo del territorio. Las carreteras hídricas permiten una distribución más eficiente del agua, garantizando que las áreas agrícolas cuenten con el suministro necesario para mantener la producción. Esto es crucial en épocas de sequía, donde el agua se convierte en un recurso escaso”.
Autor: septimapaginanoticias.cl
La Región del Maule al igual que O'Higgins y Ñuble, son reconocidas por su relevancia en el sector agropecuario.
El Producto Interno Bruto (PIB) de estas regiones depende en gran medida de la agricultura y la ganadería, actividades que demandan una cantidad considerable de recursos hídricos para su desarrollo sostenible.
Ante los desafíos del cambio climático, la escasez de agua y la necesidad de optimizar los recursos, Alamiro Garrido, consejero regional y actual presidente de la Comisión de Agricultura, Estrategia y Fomento Productivo del Gobierno Regional del Maule, propuso la implementación de carreteras hídricas como una solución estratégica y necesaria al corto plazo y de una forma visionaría al anticiparse a una grave problemática futura. “Las carreteras hídricas son sistemas de infraestructura destinados a transportar agua desde zonas donde es abundante hacia áreas deficitarias. Esto se logra a través de canales, tuberías y otras estructuras diseñadas para minimizar las pérdidas y maximizar la eficiencia en el uso del recurso. En estas regiones, las carreteras podrían captar agua de fuentes naturales como ríos, lagos o embalses, y distribuirla de manera equitativa a lo largo del territorio. Las carreteras hídricas permiten una distribución más eficiente del agua, garantizando que las áreas agrícolas cuenten con el suministro necesario para mantener la producción. Esto es crucial en épocas de sequía, donde el agua se convierte en un recurso escaso. Además, la infraestructura permitirá mantener un stock de recursos hídricos para temporadas de déficit, asegurando la continuidad de las actividades agropecuarias. Al asegurar un suministro constante y suficiente de agua, los agricultores pueden planificar mejor sus cultivos, optimizar el riego y mejorar la calidad y cantidad de la producción”, argumentó.
El CORE linarense expresó que lo anterior “impacta directamente en el PIB de las regiones, aumentando los ingresos y generando más empleo. Además, se podrían habilitar nuevas áreas de producción en sectores de secano, como se ha hecho exitosamente en Pencahue desde 1985 con el canal de regadío, que ha permitido el riego y desarrollo agrícola en esa zona. Las carreteras hídricas contribuyen a la sostenibilidad ambiental al reducir la sobreexplotación de acuíferos y proteger los ecosistemas locales. Además, ayudan a las regiones a ser más resilientes frente a los efectos del cambio climático, como las sequías prolongadas. La mejora en la disponibilidad de agua puede atraer inversiones en nuevas tecnologías agrícolas, aumentar la competitividad de los productos en el mercado nacional e internacional, y fomentar el desarrollo de infraestructuras complementarias, como plantas de tratamiento de agua y sistemas de riego tecnificado. Para implementar este proyecto, se deben realizar estudios técnicos y ambientales para identificar las fuentes de agua disponibles y las áreas que más se beneficiarían de las carreteras hídricas. El diseño de un sistema de canales y tuberías que conecten las fuentes de agua con las áreas agrícolas debe incluir medidas para minimizar las pérdidas por evaporación y filtración. Es fundamental buscar financiamiento a través de fondos públicos, inversiones privadas y cooperación internacional, asegurando una gestión transparente y eficiente de los recursos económicos destinados al proyecto. La construcción de la infraestructura hídrica debe cumplir con los estándares de calidad y sostenibilidad, y una vez construidas, las carreteras hídricas deben ser gestionadas y mantenidas adecuadamente para garantizar su funcionamiento a largo plazo. Además, es esencial capacitar a los agricultores y otros actores locales en el uso eficiente del agua y en las nuevas tecnologías de riego, fomentando una cultura de cuidado y conservación del recurso hídrico”, añadió.
Finalmente dijo que la implementación de carreteras hídricas en las Regiones del Maule, O'Higgins y Ñuble no solo resolverá los problemas de escasez de agua, sino que también impulsará el desarrollo económico y social de las regiones, asegurando un futuro próspero y sostenible para sus habitantes.