Concejo Municipal: los corresponsables del estancamiento linarense
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El cuerpo colegiado no ha tenido la capacidad para fiscalizar al jefe comunal local ni menos la unidad para proponer ideas que modernicen la ciudad. Tampoco han logrado, por ejemplo, plantear plebiscitos comunales vinculantes para conocer la opinión de la ciudadanía en diversas materias
Por César Hormazábal Villalobos (Periodista y Licenciado en Comunicaciones de la Universidad de Santiago de Chile y director de Séptima Página Noticias)
Debate, análisis y distintas reacciones provocó hace unos días nuestra columna de opinión respecto del desgaste y la falta de ideas del alcalde de Linares, Mario Meza Vásquez.
Transcurrido un breve tiempo es pertinente volver a la carga y consignar algunos aspectos que tienen que ver también con el pobre rol que ha tenido el anterior y actual Concejo Municipal de Linares, que en definitiva es corresponsable de lo que sucede en la ciudad.
Lamentablemente el cuerpo colegiado no ha estado a la altura de la fiscalización y de propuestas que permitan modernizar la comuna que hoy día sufre por la falta de alternativas viales, la escasa inversión pública (nótese que el mega hospital y el pavimento del camino Peñasco -Los Hualles son obras que vienen desde hace 15 años), la nula industrialización y las escaasas oportunidades para los jóvenes técnicos y profesionales de la comuna. A eso se añade una nula estrategia comunicacional para informar de su labor y principales propuestas. Los linarenses en general no conocen lo que hacen los concejales y su labor pasa inadvertida en muchas ocasiones.
Tampoco han logrado consagrar la participación ciudadana tan importante en estos tiempos, mediante la implementación de plebiscitos comunales vinculantes donde los vecinos puedan exponer sus puntos de vista en temas como nombre de calles, nuevas áreas verdes, campos deportivos, patentes de alcoholes, juegos infantiles, salud, tránsito, educación y seguridad pública por mencionar algunas áreas.
Es pertinente recordar cuáles son las atribuciones de un concejal o concejala: elegir al alcalde, en caso de vacancia; pronunciarse sobre el plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal, aprobar el plan de seguridad pública y varias otras materias; fiscalizar el cumplimiento de los planes y programas de inversión municipal y la ejecución del presupuesto municipal, analizar el registro público mensual de gastos detallados que lleva la Dirección de Administración y Finanzas; fiscalizar las actuaciones del alcalde y formularle las observaciones que le merezcan; recomendar al alcalde prioridades en la formulación y ejecución de proyectos específicos y medidas concretas de desarrollo comunal; solicitar informe a las empresas, corporaciones o fundaciones municipales, y a las entidades que reciban aportes o subvenciones de la municipalidad; fiscalizar las unidades y servicios municipales; y supervisar el cumplimiento del plan comunal de desarrollo.
Bajo esta lógica uno esperaría más de cada uno de los concejales y mayores propuestas en materia de inversión municipal, además de una fiscalización más allá de los organismos internos o externos, sino que en los tribunales.
La única acción colectiva del último tiempo llevada a cabo en materia de supervisión del gasto fue la realizada en mayo de 2020 por los concejales Myriam Alarcón (PPD en ese entonces dado que ahora es independiente), Jesús Rojas (DC) y Paula Rodríguez ( ex concejala UDI) quienes presentaron sendos documentos en la Contraloría General de la República de la Región del Maule con la finalidad de que se investigara la compra de cloro y test rápidos de Covid-19 por parte de la Municipalidad de Linares. Un caso que, actualmente, es la base de una indagación desformalizada por fraude y malversación de caudales públicos que lleva adelante la PDI por instrucción del Ministerio Público.
PUNTOS VARIOS
Los concejales linarenses cometieron un grave error político y social: el fin de los puntos varios en las sesiones de Concejo Municipal. Allí es donde anteriormente podían pedir explicaciones a la autoridad de turno, representar el sentir ciudadano, debatir y proponer ideas para potenciar nuestra comuna. Inexplicablemente esa instancia se perdió ante la presión del alcalde Mario Meza de acotar las sesiones que ahora son transmitidas por las redes sociales de la corporación.
Claramente están faltos de ideas y lejos de lo que la ciudadanía espera de ellos. En la última campaña municipal se hicieron grandes "ofertones" que al fin y al cabo quedaron en eso.
