Un recorrido por la postergada “Villa Nueva Jerusalén” de Linares
El alcalde de Linares, Mario Meza asegura que el municipio conoce perfectamente lo que pasa en este lugar de la comuna. “Más que comentar los temas legales quisiera decir que la villa es una prioridad para nosotros. Con la presidenta de la junta de vecinos Elba Chandía hablamos permanentemente. Sin la regularización de los terrenos es difícil avanzar. Una vez que solucionemos ese tema podremos poner en curso distintos avances, comenzando con el alcantarillado y la pavimentación de sus calles como pasajes”, dice la autoridad a Séptima Página Noticias.
Miles de linarenses no deben imaginarse que cerca de sus casas o a unas pocas cuadras de distintas áreas residenciales hay un sector, que por más de una década, viene luchando por mejorar sus condiciones de vida.
Estamos hablando de la Villa “Nueva Jerusalén”, situada en el lado poniente de la comuna. Un sector con personas de esfuerzo, trabajadores, honestos y que sueñan con un futuro mejor.
Las últimas lluvias pusieron en la palestra nuevamente sus históricos problemas y la necesidad de apurar las acciones que permitan regularizar los sitios, pavimentar las calles, conectar al lugar con la red de agua potable y alcantarillado, construir sede vecinal, áreas verdes, juegos infantiles y multicanchas.
RECORRIDO
Para ingresar a la Villa “Nueva Jerusalén” hay que sortear un camino en pésimas condiciones. La vía había sido mejorada pero las lluvias lo dejaron intransitable. Se debe cruzar la Circunvalación Exterior Norte por calle Bandera o en su efecto usar la moderna vía para llegar directamente.
Son las 10:15 de la mañana del pasado martes 30 de junio. Hay una densa neblina. Pese a la humedad y el frío varias personas, principalmente jóvenes deben caminar 800 metros, que son eternos debido a la acumulación de agua, para poder optar a un colectivo o microbús de la Línea San Ambrosio. El transporte público no ingresa a la población. Además el camino de acceso sería una franja privada y no pública. Lo que agudiza el asunto.
“Esto es de todos los días. Uno siente rabia. Pero hay que salir a trabajar y buscar el pan. Usted puede constatar que el camino es horrible”, dice Juanita.
Al llegar a la villa uno se encuentra con un lugar de la época del 1990. Las calles y pasajes son de tierra, el barro está por todos lados y hay verdaderas “lagunas”. Debe ser uno de los pocos sectores (además de Agua Fría) tan precario en cuanto a conectividad se refiere.
El punto más crítico es el pasaje “Canaán”. Máquina municipal debió “rajar” un canal colindante para poder evacuar el agua acumulada. Al final de la calle hay otro terreno pero es de un privado. Sin el permiso del propietario no se puede hacer nada y menos ingresar una retroexcavadora pública.
Los vecinos se conocen y saben que la situación del barrio no es óptima. “Llevamos mucho tiempo esperando una solución. Estos terrenos fueron vendidos, revendidos y vueltos a vender por un tercero. Esto es el origen del problema”, dice la presidenta de la junta de vecinos, Elba Chandía.
La dirigente dice que gracias al trabajo y apoyo del alcalde Mario Meza, el concejal Luis Concha, el Seremi de Obras Públicas Francisco Durán y el Senador Rodrigo Galilea han ido avanzando en la regularización de los títulos de dominio. “Somos un comité de allegados. Aquí viven 200 familias. Llevamos 11 años luchando por vivir dignamente. Después de muchas promesas de políticos y candidatos hoy podemos decir que hay avances. Tenemos 50 terrenos saneados y seguimos en el trámite”, comenta la dirigente.
Elba no nos pierde pisada en nuestro recorrido por el lugar y nos va orientando. Es una líder con el servicio público en el corazón. En otro pasaje el camión limpia fosa del municipio trabaja en la extracción de agua y aguas servidas. Las lluvias colapsaron la red de alcantarillado. Olor nauseabundo y los lamentos de la dueña de casa. “Cuando llueve como ha sucedido estamos expuesto a esto. Espero que algún día podamos vivir dignamente. Da impotencia”, dice la dueña de casa.
Pero no sólo la presidenta de la junta de vecinos nos mira atentamente. Otro residente va en nuestra búsqueda y nos traslada al final de la villa. “El problema de los anegamientos se debe a que unos propietarios taparon unos canales que había acá. Entonces el agua no tiene por donde escurrir. Hay que meter maquinaria y se soluciona el problema”, relata Mauricio Nárvaez.
El vecino dice que “acá todos los ubicamos. Somos personas de bien, de esfuerzo y trabajadores. Lo único que queremos es que nos ayuden de verdad. Estamos unidos y apoyando a nuestros dirigentes”, puntualiza.
Otro histórico drama de esta villa es la planta de tratamiento de aguas servidas o alcantarillado que se ubica en medio de la población. Durante la época de verano son permanentes los problemas de colapso y malos olores.
ALCALDE DE LINARES
El alcalde de Linares, Mario Meza asegura que el municipio conoce perfectamente lo que pasa en este lugar de la comuna. “Más que comentar los temas legales quisiera decir que la villa es una prioridad para nosotros. Con la presidenta de la junta de vecinos Elba Chandía hablamos permanentemente. Sin la regularización de los terrenos es difícil avanzar. Una vez que solucionemos ese tema podremos poner en curso distintos avances, comenzando con el alcantarillado y la pavimentación de sus calles como pasajes”, dice la autoridad a Séptima Página Noticias.