Enfermedad de Chagas: una amenaza silenciosa en Chile

Enfermedad de Chagas: una amenaza silenciosa en Chile
Académica Carolina Poblete.

Por Carolina Poblete (docente Carrera de Obstetricia y Puericultura Universidad Autónoma de Chile – Talca)

                                                 La enfermedad de Chagas, también conocida como tripanosomiasis americana, es una patología grave y potencialmente mortal causada por el parásito Trypanosoma cruzi, transmitido principalmente por el vector triatomíneo, conocido popularmente como “chinche besucona” o “vinchuca”, que se alimenta de sangre de mamíferos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 8 y 10 millones de personas en América Latina viven con esta enfermedad, considerada una de las 17 enfermedades desatendidas a nivel mundial. En Chile, se estima que unas 120.000 personas están infectadas, con una prevalencia del 0,8% en la población general, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2023. La región más afectada es Atacama, donde la prevalencia alcanza un 4,7%.

La vía principal de transmisión es vertical, es decir, de madre a hijo durante el embarazo. Por ello, el tamizaje prenatal y el seguimiento de los recién nacidos son fundamentales. La transmisión puede ocurrir de manera transplacentaria, durante el parto si la madre tiene una infección activa, o incluso a través de la leche materna. Esto puede provocar graves consecuencias para la gestante y el feto, como aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al nacer y transmisión directa del parásito.

 Entre los factores de riesgo destacan vivir en zonas rurales, la precariedad de las viviendas y la falta de acceso a servicios de salud. Estas condiciones favorecen el contacto con la vinchuca, la ingestión de alimentos contaminados con heces del insecto y la exposición a animales domésticos infectados.

Los síntomas de la enfermedad pueden variar: en su fase aguda puede ser asintomática, mientras que en la fase crónica pueden presentarse fatiga, trastornos del sueño y dolores de cabeza o espalda. En casos no tratados, la patología puede evolucionar y provocar daños severos en el corazón, el sistema nervioso, el aparato digestivo y órganos como los riñones, el hígado y la piel.

El tratamiento se basa en medicamentos antiparasitarios como benznidazol o nifurtimox. En el sistema público de salud en Chile, las matronas y matrones realizamos una encuesta a toda gestante que ingresa a control prenatal para evaluar su exposición a factores de riesgo y solicitamos el examen de Chagas de forma universal. Esta medida busca detectar y tratar oportunamente la infección, evitando así sus consecuencias a largo plazo.

La eliminación de la transmisión materno-infantil es un desafío central en la lucha contra el Chagas en nuestro país. Como profesionales de la salud, nuestro compromiso es brindar atención integral y de calidad a las mujeres gestantes infectadas, reforzando la importancia de la detección precoz y el tratamiento oportuno para mejorar su salud y la de sus hijos.