“A Convivir se Aprende”: el trasformador programa que busca cambiar la convivencia escolar en la Región del Maule
Gracias a los buenos resultados del piloto el programa se expandió a 100 comunas este año, con la posibilidad de extenderse hasta 2025. Brindando asesoramiento técnico en convivencia y salud mental escolar, promoviendo el modelo de escuela total multinivel
Fuente: Comuniciones USACH. Autor: septimapaginanoticvias.cl
La Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) está liderando un innovador programa llamado "A Convivir Se Aprende" que está generando un impacto significativo en la Región del Maule, transformando la educación y la salud mental en las escuelas locales.
Para saber más sobre el programa, su funcionamiento e implementación, conversó con nosotros Rodrigo Rojas Andrade, investigador principal y coordinador regional del proyecto en la séptima región.
El investigador explica que “el programa "A Convivir Se Aprende" forma parte de la política de reactivación educativa y se inició como un piloto nacional el año pasado, en el cual yo soy parte del equipo de investigación, implementándose en 60 comunas”.
Gracias a los buenos resultados del piloto el programa se expandió a 100 comunas este año, con la posibilidad de extenderse hasta 2025. Brindando asesoramiento técnico en convivencia y salud mental escolar, promoviendo el modelo de escuela total multinivel. .
Este modelo que se propone desde la Escuela de Psicología de la USACH tiene otros componentes. El primero componente es la elección inicial. El segundo componente es las intervenciones para cada nivel. El tercer componente un monitoreo del progreso de las intervenciones, cómo se están haciendo, cómo se están llevando a cabo, con qué calidad se están realizando. El cuarto componente es que la toma de decisiones.
Respecto a los objetivos, explica Rodrigo Rojas que uno es facilitar que las escuelas de la región del Maule puedan integrar dentro de sus prácticas de gestión el modelo de escuela total multinivel. Esto para disminuir toda intervención, que actualmente existe en la escuela, para reducir la atención centrada en la crisis y para aumentar las acciones de promoción e intervención de problemas de convivencia escolar y de salud mental.
“La frase que estamos ocupando es como dar vuelta a la pirámide. La pirámide que te decía yo, todo universal, focalizado y especializado, actualmente está al revés. Eso quiere decir que las escuelas pasan mucho más tiempo generando intervenciones individuales que intervenciones promocionales o universales”, comenta el doctor en Psicología.
Sobre la importancia en la Región del Maule, explica que para la región el programa A Convivir se Aprende genera instancias de mejoramiento de las condiciones y los espacios para el progreso de la convivencia y la salud mental en las escuelas de la Región del Maule.
Para la Escuela de Psicología de la USACH es importante, ya que permite fortalecer una línea de desarrollo académico y de investigación sobre convivencia y salud mental, a tanto a nivel de pregrado como de postgrado.
“Segundo nos permite generar instancias de formación de pregrado y posgrado. Nos permite trabajar en conjunto, ya que esta es una de las primeras veces que académicos de la escuela de psicología trabajan en conjunto en torno a un proyecto colaborativo, de vinculación con el medio, pero al mismo tiempo de investigación”, explica el investigador.
Comenta también que a nivel nacional “permite incidir en la realización e implementación de políticas públicas que apuntan a la transformación de la educación como al fortalecimiento de los planes y proyectos vanguardistas como es A Convivir se Aprende”.
Para finalizar, Rodrigo Rojas comenta sobre la importancia y como proyectos como este aúnan a las distintas unidades de la USACH. “Esto proyecto articula investigación, docencia de pregrado, vínculo en el medio, comunicaciones y una serie de otras unidades que habitualmente actúan cada uno centrándose en un solo lugar. Actualmente este tipo de proyecto nos invita a pensar en una universidad integrada, una universidad compleja que requiere el trabajo de las facultades, el trabajo de la unidad académica también. Hay distintos actores de la universidad que tienen que trabajar en conjunto para llevar a cabo este proyecto que no solo tiene impactos con el medio, sino que también tiene impactos hacia dentro, ¿no? Aquí estamos hablando de impactos en múltiples sentidos. Eso es relevante de considerar y es un desafío que tenemos como universidad, y que como universidad queramos hacernos cargo de ese desafío”, concluyó el psicólogo.