Manuel Quevedo Méndez: La calle Benjamín Novoa (La calle Tapada o calle corta del Mercado)

Por Manuel Quevedo Méndez (profesor y ex director de la Biblioteca Pública Municipal de Linares)

                                              Nos remontamos al 6 de mayo de 1933, cuando los señores Roberto Alvear V. y Bernardino González M., envían una carta al alcalde de la comuna, Oscar Arís B., relacionada con la apertura de la calle del lado poniente del Mercado, desde Maipú a la avenida Delicias (actual avenida Valentín Letelier)

La apertura de esa calle fue acordada en la administración anterior, por la Honorable Junta de Vecinos, presidida por el ex Alcalde señor Arturo Villa, noviembre de 1930.

Durante la administración del señor Arís -iniciada el 4 de julio de 1932- se discutieron los presupuestos; se consultaron las partidas correspondientes para las expropiaciones que debían pagarse a los vecinos Luis del Campo, Laura Cobo y Froilán Monsalve. Todo ello, por el adelanto local.

De acuerdo con la solicitud y la importancia que reviste para el adelanto local, como para el estacionamiento de carretas, el funcionamiento de las ferias libres e instalación de baños, en un local que quedará libre al lado Oriente y Sur, en la propiedad de Monsalve, y en vista de las reparaciones en el edificio del Mercado, el alcalde Arís señaló: “comprendí la necesidad de llevar a la práctica el proyecto de apertura”. Esa fue la situación inicial.

Se dieron los pasos correspondientes, con solicitud a la Intendencia (departamento de urbanismo, para el plano catastral y transformación de la ciudad) y que se diera curso al Ministerio del Interior; que fue objetada por la falta de algunos detalles. Por tal motivo, el alcalde solicitó un Urbanista, Luis Muñoz H. (quien luego de visitar Linares), envió un plano que consulta varios adelantos de interés para la comuna; entre otros elevar a la categoría de ciudad el pueblo de Linares, que traerá ventajas en el mejoramiento de los servicios, y distribución de fondos.

Y surge un pequeño problema con el Liceo de Hombres, que el alcalde explica: “Lamento, juntamente con ustedes (se refiere al rector y profesores) que exista oposición a la realización de este proyecto, y que se le quiera posponer para dar cabida a otro particular, nacido posteriormente a aquél; me refiero al del señor Rector y de algunos profesores del Liceo de Hombres, cual es la creación de un internado particular”.

“Debemos felicitar esta iniciativa del rector y el grupo de profesores; pero, es muy sensible que su proyecto no pueda conciliarse con el de interés municipal, acatando la opinión del urbanista, que recomienda: “que el Liceo, para su internado ocupe la parte poniente de la calle por abrirse, extendiéndose este establecimiento al lado norte del edificio del actual Liceo” (hoy, Escuela España)”. El alcalde deja constancia que están abiertos a conversar, para cuando deseen concurrir a las sesiones de la Junta de Vecinos.

El diario “La República”, publica un extenso artículo del Rector del Liceo de Hombres y algunos profesores, para refutar los fundamentos principales que ha tenido en vista la Alcaldía, al patrocinar el proyecto de apertura de la calle del poniente del mercado municipal. En el mismo diario, responde el alcalde, “El señor rector parece creer que el alcalde ha deseado crear atmósfera ante el público, señalándolo a él y profesorado como gestores de un negocio, en el cual nunca ha pensado”.

“Lo que sí he debido lamentar, que dicho proyecto (el internado) haya venido a entorpecer otro de los importantes proyectos para el adelanto local y que el señor rector -en su bien intencionado propósito de sus planes- teniendo la paternidad del internado de los profesores, no quiere ver la ventaja que tiene para la población la apertura de la calle, para toda la población”.

Por otra parte, informa que la Alcaldía recibió numerosos denuncios sobre el mal funcionamiento del Internado, por carecer de las condiciones esenciales de salubridad y al efecto, solicitó informe del Médico municipal, el cual no quiso darlo a la publicidad. Y reitera el ofrecimiento que le ha hecho al señor Rector, para subvencionar con una importante suma la instalación del internado en calle Manuel Rodríguez, lado norte del liceo, lo cual sería la verdadera solución de este asunto, en beneficio directo del Liceo y de los intereses de la ciudad.

Se acoge la indicación del urbanista, para lo cual se estima que no habría dificultad para obtener el acuerdo de los integrantes de la Junta de Vecinos y fijar la correspondiente suma en el presupuesto del año venidero.

Esa es, en esencia, la historia de la calle Tapada; luego, calle Benjamín Novoa y actualmente Paseo peatonal Benjamín Novoa. En el colectivo ciudadano seguimos denominándola como “la calle corta del Mercado”.

*Benjamín Novoa fue alcalde junto a Manuel Zurita y Abel Maldonado (1885-1888) cuando se elegían 1°, 2° y 3er, alcalde. (Bibliografía: Diario “La República”, 1993.