Carla Alegría Vásquez: la corrupción y la ética en la política chilena

Carla Alegría Vásquez: la corrupción y la ética en la política chilena
Carla Alegría Vásquez, cientista política linarense.

"Recientemente, un comentario en redes sociales, haciendo alusión a mi anterior columna, resonó en mi mente: "" !!!La responsabilidad política implica no solo cumplir con las leyes sino que actuar con sentido de ética!! Difícil eso hoy, cuando el legislador y jefe de la bancada UDI, el diputado Gustavo Benavente dice: “saltarse la fila no es delito”. El abogado Luis Hermosilla dice que no caerá solo. Una ex ministra de educación y ex diputada, se le paga por 17 millones por 20 horas de clases. Linares, seguirá siendo Linares!!! En este contexto, parece no haber esperanza, y se perpetúa la idea de que los políticos están por encima de la ley. Y es claro que sea el clima de discusión, porque inclusive con investigaciones de por medio, hay quienes insisten en la defensa de lo indefendible", indica en nueva columna de opinión para Séptima Página Noticias.


Por Carla Alegría Vásquez (cientista política, politóloga y experta en desarrollo organizacional y políticas públicas)

                      En Chile, el descontento hacia las autoridades políticas crece día a día, alimentado por una percepción generalizada de corrupción y abuso de poder. Casos emblemáticos, como el de la directora de ONEMI, ahora SENAPRED, el escándalo de “Democracia Viva”, la Universidad San Sebastián, SQM y Penta, entre otros, evidencian que el problema no es solo individual ni pertenece a un partido político en particular, sino que es un problema sistémico.

La caída de líderes políticos, junto con los destapes de prácticas corruptas en distintas instituciones, genera un clima de desconfianza que desvirtúa la imagen de la política como un servicio público. Esta frustración es expresada por ciudadanos indignados que ven cómo, con el tiempo, estas situaciones no solo persisten, sino que se gestan acciones al margen de la ley para mantener un poder que, por doloroso que les parezca, es
efímero.

La situación en localidades como Linares, Villa Alegre y Colbún no es la excepción. Se han documentado actos de evidente fraude al fisco, perpetrados con el uso indebido de fondos públicos. A pesar de que muchos prefieren mirar hacia otro lado, quienes han sido testigos de estas irregularidades deben alzar su voz, aun a costa de enfrentar la rabia y el desdén de quienes defienden lo indefendible. La ética en la política no debería ser un ideal, sino una obligación. Como profesionales y ciudadanos, tenemos el deber de exigir que la ley se aplique de manera equitativa para todos, sin excepción.

Recientemente, un comentario en redes sociales, haciendo alusión a mi anterior columna, resonó en mi mente: "" !!!La responsabilidad política implica no solo cumplir con las leyes sino que actuar con sentido de ética!! Difícil eso hoy, cuando el legislador y jefe de la bancada UDI, el diputado Gustavo Benavente dice: “saltarse la fila no es delito”. El abogado Luis Hermosilla dice que no caerá solo. Una ex ministra de educación y ex diputada, se le paga por 17 millones por 20 horas de clases. Linares, seguirá siendo Linares!!! En este contexto, parece no haber esperanza, y se perpetúa la idea de que los políticos están por encima de la ley. Y es claro que sea el clima de discusión, porque inclusive con investigaciones de por medio, hay quienes insisten en la defensa de lo indefendible.

A pesar de este panorama sombrío, sigo creyendo en la democracia y en la posibilidad de diálogo. No podemos permitir que el odio y la violencia sean la respuesta a nuestras diferencias. Como sociedad, debemos esforzarnos por un futuro donde la verdad prevalezca y la ética guíe nuestras acciones políticas. La lucha contra la corrupción comienza con cada uno de nosotros en nuestro diario vivir. Debemos dejar atrás las frases célebres como “si todos roban, ¿por qué yo no?”, que nos llevan a ser parte del sistema de corrupción. Estamos todos llamados a alzar la voz y demandar un cambio genuino y sostenible. Como mujer, profesional y cristiana, continuaré alentando a la reflexión sobre creencias y valores. Aquí no hay colores políticos, solo un ánimo de denuncia contra quienes se aprovechan del sistema. Haber si con ésto respondo otro comentarios que dejan en redes sociales.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).