10 consejos para evitar los efectos de las olas de calor
Mantener una hidratación adecuada, utilizar protección solar, evitar la exposición al sol durante las horas peak, tomar duchas tibias y mantener fresca la casa son algunos aspectos clave para sobrellevar una ola de calor o días consecutivos de altas temperaturas.
Por Tomás Puente
La temporada de verano no solo trae consigo vacaciones, sino también un aumento en las consultas a urgencias debido a las altas temperaturas, manifestándose en problemas como deshidratación, insolación e incluso golpes de calor. A pesar de la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, las condiciones climáticas extremas pueden perturbar este equilibrio, dando lugar a diversos efectos fisiológicos.
“Las elevadas temperaturas y la exposición prolongada al sol pueden desencadenar desde casos de insolación hasta la aparición de los graves golpes de calor. Este último adquiere especial relevancia, dado que representa una de las formas más severas en las que el calor puede afectar al cuerpo, sobre todo en niños, embarazadas y adultos mayores. Su abordaje demanda atención de urgencia, ya que puede dar lugar a disfunciones orgánicas múltiples, afectando el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos”, señala el doctor Javier Maldonado Bojorque, médico urgenciólogo y jefe de urgencia de Clínica RedSalud Providencia.
Según el especialista, el agotamiento por calor es un estadio previo al golpe de calor y es necesario reconocerlo para prevenir una situación más grave. En el caso de este último, se caracteriza por enrojecimiento y calentamiento de la piel, sin sudor, pulso acelerado (taquicardia), estado nauseoso, cefaleas, fiebre elevada (alrededor de 40° C), estado de letargo, cansancio y debilidad y alteración de la conciencia.
PRECAUCIONES
El urgenciólogo comparte 10 consejos que pueden seguir diariamente:
Prioriza la hidratación: Se debe mantener el cuerpo adecuadamente hidratado bebiendo entre 2 y 2.5 litros de agua diariamente. Para ello, se recomienda llevar siempre consigo una botella de agua, especialmente en el caso de personas mayores y niños. Beber a pequeños sorbos regularmente es más efectivo que esperar a sentir sed y luego ingerir grandes cantidades de líquido.
Evita la exposición al sol en horas peak: Un aspecto clave es evitar la exposición al sol, especialmente entre las 10:00 y las 16:00 horas, cuando las temperaturas alcanzan su punto máximo. En caso de que desee realizar actividades al aire libre, como caminar o correr, es preferible que sea en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves y es posible encontrar áreas con sombra.
Utilice ropa adecuada: Debemos optar por prendas ligeras, holgadas y preferiblemente blancas y mangas largas. La ropa de algodón favorece la transpiración, a diferencia de las fibras acrílicas/sintéticas, que retienen más calor. Considera también utilizar fibras especiales para el sol que bloquean la radiación ultravioleta. Si vas a usar ropa de manga corta, es clave aplicarse bloqueador solar.
Protege tu cabeza y ojos: El uso de sombreros y lentes de sol es crucial, especialmente para niños y personas mayores, ya que proporcionan una protección adicional contra la radiación solar.
Prefiere comidas ligeras y frescas: En estos días de calor, se recomienda evitar alimentos muy condimentados y pesados. Por el contrario, hay que optar por comidas ligeras y frescas como frutas y ensaladas que favorecen la hidratación.
Evita el alcohol y la cafeína: Junto con la alimentación, también hay que tener precaución con lo que se bebe. En ese sentido, hay que evitar el alcohol y la cafeína ya que estas bebidas pueden aumentar la deshidratación y hacer que sea más difícil regular la temperatura del cuerpo.
Mantén tu hogar fresco: Un consejo útil es mantener las persianas y cortinas cerradas durante las horas más calurosas del día y abrirlas por la noche para ventilar y refrescar el hogar. Además, pueden utilizar aparatos eléctricos, como un ventilador, aire acondicionado o enfriador de aire.
Utiliza filtros de protección solar: Lo más importante al momento de salir de la casa es utilizar protector solar con factor 30 o mayor, cubriendo todas las zonas del cuerpo y aplicándolo con frecuencia, especialmente después de cada baño y tras realizar actividad física importante.
Mójate frecuentemente: Si no es posible evitar estar bajo el sol durante mucho rato, además de protegerte con bloqueador, puedes refrescarte con agua frecuentemente la zona de la cabeza, la cara y la ropa.
Duchas tibias: Para combatir el calor, es recomendable tomar una ducha tibia o un baño, no muy frías. Esto activa el sistema de regulación térmica del cuerpo, aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel y facilita una sudoración adecuada, lo que nos permite disminuir la temperatura corporal. También, pueden colocarse una compresa o paño frío sobre el cuello, frente o la axila.