Carlos Meza Figueroa: beneficios y peligros en el uso de antipiréticos

Carlos Meza Figueroa: beneficios y peligros en el uso de antipiréticos
Para evitar riesgos se debe respetar la dosis y frecuencia recomendadas por el médico o Químico Farmacéutico. No exceder las dosis máximas ni usarlos de manera continua sin supervisión. Se aconseja limitar su uso a tres días seguidos y solo cuando sea necesario. Si tienes dudas, especialmente si se trata de niños, ancianos o personas con condiciones médicas, se recomienda consultar a un profesional de la salud.

Su fácil acceso y bajo costo los ubican entre los más consumidos por la población. Se pueden encontrar en comprimidos, cápsulas blandas, suspensiones o soluciones para vía oral. A pesar de la creencia popular, no se recomienda el uso de supositorios antipiréticos; estos deben solo administrarse en caso de vómitos o problemas evidentes de deglución. Uno de los riesgos más importantes es la posibilidad de sobredosis, especialmente en el Paracetamol, cuya ingesta excesiva puede causar daño hepático grave e incluso poner en peligro la vida del paciente. El uso prolongado o frecuente de antipiréticos también puede tener efectos adversos en la salud gastrointestinal, renal y cardiovascular.


Por Carlos Meza Figueroa  (académico Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Concepción)

                                             También conocidos como antitérmicos, los antipiréticos son comúnmente utilizados para reducir la fiebre y aliviar las molestias asociadas y, si bien son considerados seguros cuando se utilizan correctamente y en las dosis recomendadas, su uso inadecuado puede acarrear peligros significativos para la salud. requieren de un uso responsable.

Aquellos como el Paracetamol, Ibuprofeno y Diclofenaco actúan sobre el centro regulador de la temperatura en el cerebro, disminuyendo la fiebre y proporcionando alivio. Además, su acción analgésica contribuye a reducir el malestar general asociado con enfermedades infecciosas como la influenza y los resfríos comunes.

Su fácil acceso y bajo costo los ubican entre los más consumidos por la población. Se pueden encontrar en comprimidos, cápsulas blandas, suspensiones o soluciones para vía oral. A pesar de la creencia popular, no se recomienda el uso de supositorios antipiréticos; estos deben solo administrarse en caso de vómitos o problemas evidentes de deglución.

Uno de los riesgos más importantes es la posibilidad de sobredosis, especialmente en el Paracetamol, cuya ingesta excesiva puede causar daño hepático grave e incluso poner en peligro la vida del paciente. El uso prolongado o frecuente de antipiréticos también puede tener efectos adversos en la salud gastrointestinal, renal y cardiovascular.

Para evitar riesgos se debe respetar la dosis y frecuencia recomendadas por el médico o Químico Farmacéutico. No exceder las dosis máximas ni usarlos de manera continua sin supervisión. Se aconseja limitar su uso a tres días seguidos y solo cuando sea necesario. Si tienes dudas, especialmente si se trata de niños, ancianos o personas con condiciones médicas, se recomienda consultar a un profesional de la salud.

Considera alternativas como compresas frías, ropa ligera y buena hidratación. Evitar combinar varios antipiréticos sin supervisión médica para prevenir riesgos y complicaciones. Se debe observar de cerca la evolución de los síntomas, especialmente si la fiebre persiste o no cede con el tratamiento habitual. Ante falta de mejoría o nuevos síntomas, buscar atención médica inmediata.

Es esencial abordar, además, las contraindicaciones o situaciones en las que su uso está desaconsejado. En personas con alergias conocidas a los principios activos de los antipiréticos, como el Paracetamol o el Ibuprofeno, se pueden desencadenar reacciones alérgicas graves. Quienes presentan enfermedades hepáticas graves, como la hepatitis crónica o la cirrosis, deben evitar el uso de Paracetamol, ya que altas dosis o el uso prolongado pueden causar daño adicional e incluso provocar insuficiencia hepática.

El uso de antiinflamatorios no esteroidales (AINEs) como el Ibuprofeno está contraindicado en personas con úlceras gástricas activas o antecedentes de hemorragias gastrointestinales. Estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de complicaciones gastrointestinales graves.

Algunos antipiréticos pueden tener rerstricciones específicas durante el embarazo y la lactancia. Por ejemplo, el Ibuprofeno está contraindicado en el tercer trimestre del embarazo y puede pasar a la leche materna durante la lactancia, lo que podría afectar al bebé.

Las personas con insuficiencia renal moderada a grave deben tener precaución al usarlos, especialmente el Ibuprofeno, ya que estos medicamentos pueden afectar la función renal y empeorar la condición en pacientes con problemas renales preexistentes.

Algunas personas con antecedentes de asma o alergias respiratorias pueden experimentar exacerbaciones de sus síntomas al tomar antiinflamatorios no esteroidales como el Ibuprofeno, por lo que se recomienda precaución y consulta médica antes de usar estos medicamentos.

Es importante destacar que esta lista de contraindicaciones no es exhaustiva, y siempre se debe consultar a un médico o profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento. El conocimiento y la comprensión de las contraindicaciones son fundamentales para garantizar un uso seguro y efectivo de estos fármacos.