Corte Suprema confirma sentencia que condenó al fisco a pagar indemnización por secuestro y posterior homicidio de primer enfermero hombre de Chile
Se trata del caso de Waldo César Alfaro Retamal ocurrido en julio de 1974 al interior de la Escuela de Artillería de Linares
Fuente: Diario Talca. Autor: septimapaginanoticias.cl
En fallo unánime, la Corte Suprema rechazó el recurso de casación en el fondo deducido por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y confirmó la sentencia que condenó al fisco a pagar una indemnización total de 150 000 000 pesos a la viuda e hijos de Waldo César Alfaro Retamal, quien fue detenido ilegalmente el 10 de julio de 1974 y que, al día siguiente, murió desangrado por una herida cortante en muslo izquierdo, al interior de la Escuela de Artillería de Linares.
La sentencia fue emitida por la segunda sala penal del máximo tribunal conformada por los ministros Jorge Dahm, María Teresa Letelier, Raúl Mera, Miguel Vázquez y la abogada integrante, Pía Tavolari. Allí, en conclusión, se descartó infracción de derecho en la senten que fijó el monto de la indemnización: “Que analizando entonces ese recurso de casación referido a la decisión civil, se advierte que en el mismo no se denuncia como infringida ninguna norma del derecho nacional. Sí se invoca el artículo 63 de la Convención Americana de Derechos Humanos, refiriendo que, de haberse cumplido este precepto, se habrían tenido que asignar cantidades mayores en favor de los demandantes, a título de indemnización”.
En cuanto a los hechos, la sentencia detalla las siguientes circunstancias relevantes:
–Waldo César Alfaro Retamal, enfermero que se desempeñaba en el hospital base de Linares, fue detenido en esa ciudad el 6 de julio de 1974 y trasladado desde su domicilio hasta la Escuela de Artillería de Linares.
-Habiendo sido dejado en libertad, fue nuevamente detenido, el 10 del mismo mes y año, siendo reingresado a ese lugar.
-Allí, en la Escuela de Artillería de Linares, falleció el 11 de julio de 1974, a consecuencia de una anemia aguda secundaria, herida cortante del muslo izquierdo complicado.
-Las detenciones fueron ejecutadas por agentes del Estado (militares) en una época de excepción constitucional (estado de sitio/estado o tiempo de guerra interna), a instancias del director de ese establecimiento de salud, oficial de Ejército a la sazón”.
En primera instancia, el caso fue investigado y fallado con sentencia en lo penal y civil por el ministro de fuero para casos de derechos humanos, Hernán González, de la Corte de Apelaciones de Talca. Sin embargo, en el aspecto penal, en la sentencia definitiva se dictó el sobreseimiento definitivo al fallecer el único militar condenado.
PRIMER ENFERMERO HOMBRE DE CHILE
El 08 de agosto 1938 en la ciudad de Linares, nace Waldo César Alfaro Retamal, el menor de tres hermanos. Sus padres, Romelio Alfaro y Cenobia Retamal pertenecían a un grupo de familias de la localidad muy bien consideradas en el espacio social. Su padre, ex militar jubilado, se desempeñó como practicante, reconocido en la época por sus grandes habilidades para realizar curaciones e intervenciones bajo la prescripción médica. En aquellos tiempos, las casas compartían sus patios traseros con los vecinos, lo que permitió conocer y entablar una amistad entre los Alfaro Retamal y un matrimonio que no podían tener hijos, el señor Luis Baeza y su esposa. Este matrimonio amigo mantuvo una estrecha relación con Waldo Alfaro, generando incluso una habitación para él en su casa. Años más tarde, los padres de Waldo cambian de residencia a unas cuadras de distancia y es en ese momento en que Waldo se queda con esta familia, reconociendo a Luis Retamal o como lo llamaba Waldo “El Nino”, como una de las personas más importantes en su vida, ya que es quién lo forma y educa con una mirada socialista de las relaciones humanas. Es Luis Baeza, quien apoya a Waldo, para realizar y culminar sus estudios primarios en la Escuela Nº1 de Linares, y luego sus estudios secundarios en el Liceo de Hombres de Linares a finales de los años 50'. Waldo al terminar el sexto año de humanidades en la ciudad de Linares, y con el apoyo de Luis Baeza y los contactos de su padre, se dirige a la ciudad de Santiago, en donde conoce a quién sería su futura esposa, amiga y colega, Isolina Martínez, también auxiliar de enfermería, con quién se compromete y forman una familia con cuatro hijos. Waldo por medio de una beca, es trasladado por el servicio nacional de salud a la Universidad de Chile en Santiago para estudiar Enfermería. En los años 60` las carreras de enfermería en Chile, eran exclusivas para mujeres y no se permitía el ingreso de hombres. Se consideraba que las labores de este tipo de profesionales era una continuidad de lo doméstico y estaban estrechamente ligadas a lo maternal y a una delicadeza propiamente femenina concordante con el perfil de Florence Nightingale (Osses-Paredes, Valenzuela Suazo, & Sanhueza Alvarado, 2010). El 21 de diciembre de 1966, Waldo Alfaro Retamal, obtiene el título de enfermero con distinción unánime en la Universidad de Chile, ostentando la mención de mejor alumno de la promoción 1966, y el 05 de septiembre de 1967, la escuela de Enfermería del Servicio Nacional de Salud de Santiago, al cumplir 48 años de labor docente, distingue a Waldo Alfaro Retamal, como el primer hombre enfermero en Chile. A partir de entonces, el ingreso de hombres a la carrera ha ido en aumento, pero sigue siendo insuficiente para cambiar los imaginarios sociales que han definido a la enfermería como una profesión feminizada en una sociedad patriarcal (Osses-Paredes, Valenzuela Suazo, & Sanhueza Alvarado, 2010). Desde la enfermería internacional se postulaba para finales de los años 60`, que la contratación de enfermeros aportaba diversidad de sexo y fortaleza a la profesión. (Jordan, 2011). En esta nueva etapa denominada profesional, Waldo ingresa nuevamente al hospital base de Linares, pero esta vez como enfermero. Rápidamente, por sus destacadas habilidades asciende a jefe de los servicio de pabellón, esterilización y hospitalización hombre y mujer. Fruto del arduo trabajo colaborativo y en equipo, genera fuertes lazos laborales con el médico jefe de hospitalización y la enfermera Lilia Mangali, quién fue enfermera jefa del hospital base de Linares, y reconoce la enorme contribución de Waldo para fortalecer y visibilizar el trabajo que realiza la profesión. Durante los años 1970 y 1990 en Chile, a raíz del contexto histórico-político, las profesiones de la salud, especialmente enfermería, fueron sometidas a un grado mayor de sumisión y obediencia a las figuras de poder. En este periodo, se produjeron transgresiones en el ámbito de la salud: ingresó personal militar a los recintos hospitalarios y los profesionales fueron públicamente amenazados. En el ejercicio de la enfermería, se acentuó́ la hegemonía del poder médico, la rigidez y el respeto a la jerarquía. (Peña, 2019) Pese a este contexto complejo, Waldo, militante del partido socialista, realizaba atenciones domiciliarias luego de su trabajo, como una respuesta solidaria a las necesidades de salud de su comunidad. Amistades y vecinos, lo recuerdan con gran afecto por los excelentes cuidados que él les brindo. El día 06 de julio de 1974, Waldo y su esposa Isolina Martínez regresaban de una localidad cercana con el propósito de abastecer su hogar. Esa tarde es detenido por motivo de abandono de deberes y la mantención clandestina de artículos médicos. Unos días antes, producto de la alta carga laboral, avisó a su jefatura que no podría asistir al turno por encontrarse muy cansado. Este hecho fue denunciado por una enfermera del mismo hospital, por el motivo de abandono de deberes; y los artículos médicos, se encontraban en su estante personal al interior del hospital, los cuales eran utilizados para la atención de personas que acudían a él dentro de su comunidad, una de las prácticas más comunes dentro del rubro de la enfermería. Luego de tres días de reclusión en la Escuela de Artillería en donde fue interrogado, es puesto en libertad. No obstante el 10 de julio de 1974, fue arrestado nuevamente por personal del ejército y trasladado al mismo recinto militar. En esta ocasión, según señalaron testigos presenciales, fue agredido y sometido a interrogatorios mediante tortura. El 11 de julio de 1974 a las 23:20 horas, Waldo César Alfaro Retamal muere en el recinto militar Escuela de Artillería, por «anemia aguda secundaria, herida cortante de muslo izquierdo complicado, suicidio», según se consigna en el certificado de defunción. Considerando los antecedentes reunidos, la Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación llegó a la convicción de que en la muerte de Waldo César Alfaro Retamal, hubiere sido por suicidio o no, tuvieron decisiva influencia las torturas y malos tratos a que fue sometido por agentes del Estado mientras se encontraba privado de libertad. En consecuencia, lo declaró víctima de violación a los derechos humanos.