Carlos Castro Romero: “Linares y Linares, dos ciudades, dos continentes y muchas voluntades para el hermanamiento”

Por Carlos Castro Romero (profesor y concejal por la Municipalidad de Linares)

                                   Nuestra ciudad de Linares tiene su homónima en España, en la provincia de Jaén, lugar que he tenido la posibilidad de visitar y conocer detalles de un hermanamiento inconcluso.

Linares Jaén es una ciudad de historia minera e industrial, actualmente cuenta con una población cercana a los 50 mil habitantes y en riesgo de disminución. Lugar en que fluye una vida relajada y sociable, entre tapas y fútbol, orgullosos de Raphael y el flamenco.

Al llegar a este lugar, y en el trayecto de la estación de ferrocarriles al hotel, un taxista ya nos indica que están pasando por tiempos inciertos y que la juventud no se está quedando en la localidad.

Históricamente su actividad productiva principal ha estado ligada a la minería, con dos productos estrellas, el plomo y la plata. Sin embargo, hace algunas décadas que la industria minera ha cerrado, igual cosa ocurrió con la industria del automóvil, generando un duro golpe al empleo en el lugar. Actualmente se fortalece la producción de aceite de oliva y se mantiene la esperanza de que vuelva a reactivarse la minería.

En nuestra estadía en el lugar, y aunque no tenía el carácter de vista oficial, sostuvimos una entrevista con la alcaldesa de Linares, doña María Auxiliadora del Olmo, junto a tres concejales de su equipo de gobierno. Fue un grato encuentro protocolar y, ante la instancia de este encuentro, se recuperó de los archivos un acta del año 1975, en la cual nuestras ciudades homónimas habrían quedado hermanadas.

Según el acta, los acuerdos de hermanamiento iniciados por las embajadas de ambos países y ratificadas por los alcaldes de la época (en el caso de Chile, don Luis Navarrete Carvacho), se establecieron acciones tales como declarar el 13 de octubre fecha de celebración mutua; promover la investigación histórica de ambos territorios; compromiso de los municipios para realizar intercambio activo de expresiones literarias, textos de información del planeamiento y logro de metas, intercambio de los aspectos de la vida local y creación de becas de estudio para establecimientos educacionales, dar nombre a nuevas calles o avenidas de la ciudad en recuerdo de personajes destacados del otro lado del continente.

Por otro lado, las autoridades religiosas deberían promover el culto a los patronos de ambas ciudades.

¿Qué se ha ejecutado de estos compromisos?  Lo mínimo. En España una plazoleta de barrio con el nombre de Linares de Chile. En Chile, un paseo con el nombre de Jaén.

Por parte de las autoridades del Ayuntamiento de Linares de Jaén, ha quedado claro el ánimo de retomar estos acuerdos de colaboración mutua, especialmente ante la eventualidad de cumplir los cincuenta años de su firma. En palabras de la propia alcaldesa se hace presente la invitación a "trabajar desde este mismo año, para que al 2025 podamos hacer una serie de actividades en conjunto y recuperar eso que quedó firmado". Es el mismo ánimo de la concejala que preside la comisión de cultura y del concejal que preside la comisión de turismo.

Suena un desafío interesante, esta vez desde municipios y autoridades locales en democracia, dado que el acuerdo original (año 1975) se generó  en tiempos de dictadura y alcaldes designados por los gobiernos de facto en ambos lados.

Recuperar un hermanamiento, que hasta ahora sólo ha estado en el papel, nos implicaría generar las voluntades que debieran ir más allá de las autoridades de turno y eso sólo será posible cuando las acciones en esta dirección incluyan a los pueblos y comunidades de ambos lados.

(El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Séptima Página Noticias).